Señó Moshuelo empezó a leer Donde yo termino de Natalia Cervera de la Torre

Donde yo termino por Natalia Cervera de la Torre, Sophie White
Aoileann tiene diecinueve años y nunca ha salido de la isla donde vive. Su madre, muda y postrada en cama, …
Poesía, libros y alpiste. Escampaos y bandolerismo. Si bajo de la rama soy Víctor Briones Antón
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Aoileann tiene diecinueve años y nunca ha salido de la isla donde vive. Su madre, muda y postrada en cama, …
Más solvente, más original y más mejor que ¡Universo 1! Recomendadísimo (son historias independientes, se puede leer directamente este tomo, aunque hay personajes del primer tomo que repiten o hacen cameos)
Canto aprendes con estas novelas de ficción histórica, onde colocan os personaxes nun entorno real do pasado.
É perigoso dar por válidas as posturas políticas que adoptan os personaxes, ou dar por acontecidos os xiros argumentais, pero si serve para comprender a época na que se desenvolve.
Non hai que levarse a engano tampouco, incluso a wikipedia é máis realista :D (con respeto). Vaia isto como aviso, que despois lemos as metáforas das Sagradas Escrituras (cales queiras) e montamos un cristo por tomalas ao pé da letra. Ou poñemos morros porque Fulanite traizoou a Menganite nunha teleserie e iso-non-pode-ser-porque-me-caía-ben-menganite.
A novela está escrita ao xeito de David Mitchell, ao xeito de xuntar relatos cadeados de xeito máis ou menos liviano (nesta novela máis ligados que noutras) e que narran desde o punto de vista de diferentes protagonistas facendo avanzar o relato.
O tempo e distancias a cabalo dos …
Canto aprendes con estas novelas de ficción histórica, onde colocan os personaxes nun entorno real do pasado.
É perigoso dar por válidas as posturas políticas que adoptan os personaxes, ou dar por acontecidos os xiros argumentais, pero si serve para comprender a época na que se desenvolve.
Non hai que levarse a engano tampouco, incluso a wikipedia é máis realista :D (con respeto). Vaia isto como aviso, que despois lemos as metáforas das Sagradas Escrituras (cales queiras) e montamos un cristo por tomalas ao pé da letra. Ou poñemos morros porque Fulanite traizoou a Menganite nunha teleserie e iso-non-pode-ser-porque-me-caía-ben-menganite.
A novela está escrita ao xeito de David Mitchell, ao xeito de xuntar relatos cadeados de xeito máis ou menos liviano (nesta novela máis ligados que noutras) e que narran desde o punto de vista de diferentes protagonistas facendo avanzar o relato.
O tempo e distancias a cabalo dos séculos XVIII e XIX non son os asctuais e enruga un pouco o corazón algunha das historias personais e as decisións que toman os personaxes. O «tempo» e a súa escala (o transcurrir) quizás foi un dos aspectos que me causou máis impresión na novela.
Vale que é unha novela, pero daslle verosimilitude e méteste na historia tomando partido. O «valor da vida humana» é un activo que non sempre cotizou igual en todas as culturas e épocas, incluso a día de hoxe existe gran variabilidade no mundo en que vivimos. As condicións de salubridade, a expectativa de vida (personaxes con corenta anos no ocaso da vida...).
A lectura mantívome enganchado este par de semanas, de xeito regular devorando capítulos cando podía.
Este relato me gustó mucho más de lo que esperaba. El primer libro que leí de su autor fue el famoso "El extraño caso del doctor Jeckyll y Mr Hyde", el problema es que ese me aburrió bastante. Cuando te aproximas a una historia de la que ya lo sabes casi todo pierdes la magia de la sorpresa o la búsqueda de respuestas y eso fue lo que me sucedió a mí. Aquí sencillamente no conocía el cuento y siempre me gustaron los traicioneros pactos con el demonio o con genios. Además de bien escrito y con el toque de un amor que parece imposible, se añade la sorpresa del final. La versión en audio disponible en "Cuentos y relatos" (IVOOX) me encantó (1h 23 min). También podéis leerla en "El Libro Total".
Después de comerme varias discusiones sobre gestación por sustitución (en las que es muy difícil complejizar el debate ante posturas muy extremas), libros como el de June se convierten en herramientas poderosisimas para no destrozarnos entre nosotras. ella apuesta por querer mirar más allá, por abordarlo desde diferentes vertientes (convertidas en capítulos) y por preguntar a especialistas y personas implicadas en procesos de gestación y adopción. A veces se convierte en un bombardeo de argumentario diverso, pero si se tiene la oportunidad de leerlo con calma, planteará muchos cuestionamientos (no sólo en lo relacionado con la gestación). Tengo debilidad por las periodistas feministas, pero es que lo están haciendo bien.
He rescatado de algún agujero librero esta joya de las viñetas "alemánicas". Me fascina que alguien lo llegase a editar en España una vez... y nunca más. Una selección de historias en 4 cuadros que recogen las vidas de personajes adorables: Bruja, Muerte, Bob, Bob, Robot... Se hace corto, pero por suerte esta gente saca una tira a la semana desde hace infinito por las redes. No se agotan. A mí me saca de algunos pozos. Cumple ampliamente su cometido.
Más de moda que nunca y me atrevería a decir que un tanto manchado por ser el filósofo de cabecera de gymbros e incels. El estoicismo ha sido mi rama menos favorita al estudiar el helenismo porque esa máxima de que “el destino guía a quien lo acepta y arrastra a quien se resiste” es un mensaje muy peligroso. Normal que lo abracen todos los sacacuartos que pretenden cobrarte una pasta por decirte que te levantes a las cuatro de la mañana para hacer burpees. Es también un buen ejemplo de que a veces separar al autor de la obra no es aconsejable. Y es que el que alguien haya sido puesto a dedo como futuro emperador por Adriano es un contexto bastante relevante a la hora de leerle predicar sobre la necesidad de supeditarse al destino. Aún así, lectura muy interesante para entender el estoicismo romano cuya influencia todavía …
Más de moda que nunca y me atrevería a decir que un tanto manchado por ser el filósofo de cabecera de gymbros e incels. El estoicismo ha sido mi rama menos favorita al estudiar el helenismo porque esa máxima de que “el destino guía a quien lo acepta y arrastra a quien se resiste” es un mensaje muy peligroso. Normal que lo abracen todos los sacacuartos que pretenden cobrarte una pasta por decirte que te levantes a las cuatro de la mañana para hacer burpees. Es también un buen ejemplo de que a veces separar al autor de la obra no es aconsejable. Y es que el que alguien haya sido puesto a dedo como futuro emperador por Adriano es un contexto bastante relevante a la hora de leerle predicar sobre la necesidad de supeditarse al destino. Aún así, lectura muy interesante para entender el estoicismo romano cuya influencia todavía llega al día de hoy. Y es que, ¿a quién no le va a gustar un estoico romano del siglo segundo?
Terminé de leer este libro en la línea 2 del metro, desde la estación General Anaya hasta Cuatro Caminos (de regreso después de haber presentado un poemario de un autor residente en Tepotzotlán en una librería de Coyoacán). Aunque todo libro puede disfrutarse de cualquier modo, y las preferencias sean múltiples, no quiero decir que sea de una lectura simple. Lo leí igualmente en mi casa y en otras ocasiones, de camino a otros lados. El estilo de Cristina Rivera Garza es uno que combina lo político con lo histórico, consciente de que toda escritura está entre la memoria, la investigación, el lugar de enunciación. En este caso, la mirada feminista de mujeres mexicanas en el siglo XX y el rasgo común a cada historia: el viaje como deseo y experiencia en estado de alerta. Combinación también de apertura y retrospectiva.
Los cuentos que más disfruté fueron «Los leones no …
Terminé de leer este libro en la línea 2 del metro, desde la estación General Anaya hasta Cuatro Caminos (de regreso después de haber presentado un poemario de un autor residente en Tepotzotlán en una librería de Coyoacán). Aunque todo libro puede disfrutarse de cualquier modo, y las preferencias sean múltiples, no quiero decir que sea de una lectura simple. Lo leí igualmente en mi casa y en otras ocasiones, de camino a otros lados. El estilo de Cristina Rivera Garza es uno que combina lo político con lo histórico, consciente de que toda escritura está entre la memoria, la investigación, el lugar de enunciación. En este caso, la mirada feminista de mujeres mexicanas en el siglo XX y el rasgo común a cada historia: el viaje como deseo y experiencia en estado de alerta. Combinación también de apertura y retrospectiva.
Los cuentos que más disfruté fueron «Los leones no están acá» y «Pajarracas». El primero me parece magistral en el uso del negativo como enunciación de algo sobre lo cual los personajes se apartan. Mantener algo así no solo implica un juego de estilo literario sino también es el carácter mismo de la historia, la de dos amantes que huyen y que no son capaces de decirse desde el deseo (de lo que podrían ser). El segundo cuento es un homenaje al ímpetu que lleva a dos chicas a viajar descuidadamente y, a pesar de que el peligro es posible, se manifiesta la bondad de hombres que son fieras latentes. ¿Una dulce ilusión? Una maravillosa fantasía en la que estas dos mujeres son, también, aves y libres. ¿Hasta dónde es posible mantener la libertad?
También: ¿hasta dónde es posible andar en la frontera donde el vaivén del deseo, del peligro, de la memoria, de la limitada libertad y de las convicciones políticas —anarquistas, por ejemplo— pende de un hilo o puede sacudirse hasta volcarse al final? ¿Y cuál es el final de todo? La narración de ello. Ese es el final de todo, perdido o recuperado
Juan Larrea se ganó la consideración de los ultraístas, defendió casi en solitario los postulados creacionistas y fue el introductor …
Una de las novelas latinoamericanas más importantes de finales del siglo XX. Las memorias de varios jóvenes de un movimiento de poetas en México que descubren su propia tradición literaria, su voz poética y los altibajos de la vida, en un relato fascinante.
Cuando decubrí esta novela solo sabía que era una distopía. Imaginé las características habituales del género y eso era lo que esperaba encontrar. Por el contrario, no es un libro corriente e incluso inventaría un género para él: distopía alucinógena. En él nos sumergimos en la mente de su protagonista, un hombre que vive con su cerebro en proceso de desconexión de la realidad. En teoría tras una gran catástrofe (tal vez Nuclear) se produce un cambio climático global y su protagonista busca desesperadamente a una mujer de su pasado con la que está obsesionado. Eso ya dije que es en teoría, porque igual que él se desconecta nosotros tenemos que entrar en sus pensamientos recurrentes, recuerdos, fantasías y reinterpretarlo todos por nosotros mismos. Ningún personaje tiene nombre en este relato, tengo mi explicación para eso y para muchas otras cosas... pero no las digo porque no quiero arruinarle la …
Cuando decubrí esta novela solo sabía que era una distopía. Imaginé las características habituales del género y eso era lo que esperaba encontrar. Por el contrario, no es un libro corriente e incluso inventaría un género para él: distopía alucinógena. En él nos sumergimos en la mente de su protagonista, un hombre que vive con su cerebro en proceso de desconexión de la realidad. En teoría tras una gran catástrofe (tal vez Nuclear) se produce un cambio climático global y su protagonista busca desesperadamente a una mujer de su pasado con la que está obsesionado. Eso ya dije que es en teoría, porque igual que él se desconecta nosotros tenemos que entrar en sus pensamientos recurrentes, recuerdos, fantasías y reinterpretarlo todos por nosotros mismos. Ningún personaje tiene nombre en este relato, tengo mi explicación para eso y para muchas otras cosas... pero no las digo porque no quiero arruinarle la experiencia a futuros lectores.
Pero sí puedo comentar que se percibe el temor a la Guerra Final y la catástrofe Nuclear propia de los años 60. Tuve todo el tiempo la sensación de que la autora fue víctima de malos tratos y una madre abusiva... como si todo el libro fuera un "mal viaje" por drogas a su propia historia. Luego leyendo la biografía de Anna Kavan, he comprobado que tal vez tuviera razón. En cuanto al cerebro de la escritora diré que no creo que estuviera demasiado bien, hay mucha realidad en esa irrealidad creada.
Terminado este libro tan especial, con un lenguaje y unas referencias de una generación y un tipo de personas, que resultará críptico e ininteligible a otros, o pasados unos años.
Yo he conseguido entrar y abrazarlo como un poema, agradecido de pertenecer a los que comprenden. Curiosamente no es un libro extenso, pero a veces ha sido tan duro y desagradable, que he necesitado leerlo poco a poco.
En fin, no logro poner buenas palabras a esta experiencia, creo que lo describe mucho mejor @mduritz en su reseña: lectura.social/user/Mduritz/review/9355#anchor-9355