Ocaña terminó de leer Técnica y tecnología de Adrián Almazán

Técnica y tecnología por Adrián Almazán
Como escribe Jorge Riechmann en el prólogo del volumen, “este libro nos permite comprender, de manera original y profunda, los …
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Como escribe Jorge Riechmann en el prólogo del volumen, “este libro nos permite comprender, de manera original y profunda, los …
Advertencia de contenido Sobre el tópico de los usos del cuchillo
Se recurre así al tópico de los tópicos en la crítica tecnológica: el problema está en el uso y no en la tecnología per se.
¿Cuántas veces se habrá mencionado al tradicional cuchillo que puede servir igualmente para pelar una manzana o rebanar el cuello a alguien? Depende de para qué.
Un supuesto sentido común de miras cortas y complaciente con el statu quo. Todavía está por explicar qué uso conveniente o pacífico tiene, por ejemplo, una bomba de neutrones, como algo más sofisticado que el cuchillo de marras. Suponer que no existan intenciones, deseos, prácticas anteriores, conexiones con otras formas sociales y políticas en el diseño de un objeto tecnológico, es decir, antes incluso de que exista, resulta un tanto chocante.
— Técnica y tecnología por Adrián Almazán (Página 161)
Advertencia de contenido Sobre la imposibilidad de quedarse al margen
Sin duda la enormidad de la crisis presente no supondrá, automáticamente, un ansia generalizada de autonomía (ni de igualdad, justicia o sostenibilidad). Lo esperable es que, sin contrapesos políticos e imaginarios, lo que nos espere sea un recrudecimiento de una sociedad industrial que pasaría de asesina y destructora a directamente caníbal y genocida por sistema. A eso apuntan ya los discursos de una extrema derecha dispuesta a dejar que el barco se hunda y sus habitantes se ahoguen siempre y cuando ellos, junto a las élites, puedan escapar en el último momento montados en un helicóptero.
Pero igual de ilusorio es pretender que es posible simplemente quedarse al margen de la «avalancha», retirarse y cultivar la sensibilidad y el conocimiento a la espera de tiempos mejores. Difícilmente quedará algo que conservar si los pocos conscientes de la gravedad del desastre en curso se limitan a apartarse a un lado. Y además, ¿apartarse en qué dirección, parapetarse dónde? ¿Cómo puede ser que Semprún sea incapaz de ver que esa avalancha le arrollará también a él y a todo lo que considera valioso?
No nos queda más remedio que asumir la tragedia de una lucha tan imprescindible como titánica. Y no olvidar que tanto la sociedad industrial como sus tecnologías no dejan de ser creaciones sociales e históricas y, por tanto, la posibilidad de cuestionarlas y transformarlas siempre está abierta.
La gran pregunta es, ¿cómo lo haremos? Y, sobre todo, ¿con qué las sustituiremos?
— Técnica y tecnología por Adrián Almazán (Página 141)
Leche condensada es una partida de Pokémon en la game boy. Aída tiene doce años y vive en el sur …
Terminado este libro tan especial, con un lenguaje y unas referencias de una generación y un tipo de personas, que resultará críptico e ininteligible a otros, o pasados unos años.
Yo he conseguido entrar y abrazarlo como un poema, agradecido de pertenecer a los que comprenden. Curiosamente no es un libro extenso, pero a veces ha sido tan duro y desagradable, que he necesitado leerlo poco a poco.
En fin, no logro poner buenas palabras a esta experiencia, creo que lo describe mucho mejor @mduritz en su reseña: lectura.social/user/Mduritz/review/9355#anchor-9355
@SrMoshuelo gracias por tus comentarios, amigo, seremos nosotros los bichos raros, al igual que el autor (perfectamente documentado), pero te agradezco no sentirme solo, hablando al vacío.
Qué barato sale mirarse a través de los filtros embellecedores de las cámaras e ignorar los espejos que nos muestran nuestras sombras.
Cuántos libros he de leer, caminando sobre los hombros de gigantes que dedicaron horas de trabajo, estudio, documentación... Para que venga un jefecillo chusto a decir que la IA es como un cuchillo, y que lo mismo se puede usar para untar mantequilla que para matar.
Un poco hasta el coño de la ley de Brandolini.
Y hoy, ante la muerte de la sociedad industrial, seguimos cerrando los ojos. Al igual que el anciano temeroso que en la hora postrera se conforta el corazón pensando en su infinito reposo paradisíaco junto a Dios, nuestras sociedades fantasean con la conquista espacial, la Gran Singularidad, la mutación transhumana o la muerte de la muerte. Inmortalidad y poder, al fin y al cabo, ya sea bajo la forma de una extensión y eternización de la raza humana a través de la Galaxia, una vida eterna en bits y silicio, una mejora constante de nuestro cuerpo a través de sustancias químicas o prótesis biomecánicas o simplemente la inmortalidad biotecnológicamente asistida.
Todo apunta a que si nada cambia nuestra confianza sin fisuras en la tecnología, que algunos llaman tecno-optimismo pero que es más bien una tecnolatría, terminará siendo nuestra perdición. Mientras seamos incapaces de descender de las alturas a las que nos ha conducido el mito del progreso y no nos atrevamos a mirar a los ojos a nuestra situación real, seguiremos sin darnos cuenta de que lo que necesitamos son transformaciones éticas y políticas profundas, no más tecnologías. Y cuanto más alto nos lleve nuestra levitación mesiánica, más dura será nuestra caída.
— Técnica y tecnología por Adrián Almazán (Página 131)
Pluriverso: Un diccionario del posdesarrollo es una estimulante colección de más de 100 ensayos sobre alternativas transformadoras a los actuales …
@AndrewBlasco@comelibros.club ayssss, yo no pude con el estilo del autor, su ritmo para mí era taaaaaan lento 🫣. En realidad te lo digo con envidia, me hubiera encantado disfrutarlo pero no lo conseguí.
La manera de escribir de Alana es suave y así se leería si no fuese porque la historia que cuenta es áspera, dolorosa. Cada capítulo es concentrado de sentimientos y al final al menos consigue que veas la luz.
Desarrollar una ontología socio-histórica del smartphone tiene que ser también reflexionar sobre qué tipo de imaginarios sociales ha movilizado o, simplemente, reforzado. Y, como veremos en el próximo capítulo, el smartphone ha sido un vector crucial de la extensión y reforzamiento de una de las secuelas más graves que el imaginario del progreso ha tenido en nuestra sociedad: el tecno-optimismo o mesianismo tecnológico. Es decir, la absurda idea de que la tecnología es capaz de solucionar cualquier problema social que se le plantee.
— Técnica y tecnología por Adrián Almazán (Página 118)
De este libro voy a acabar con un móvil de los de antes
La publicidad nos ha expropiado incluso la autonomía de juicio que nos debería permitir separar aquello que necesitamos para una vida buena y aquello que, en cambio, se nos presenta como irrenunciable a través de la manipulación mercantil
— Técnica y tecnología por Adrián Almazán (Página 77)
[Siempre ha habido tecnología y siempre la habrá...]
Así, más que la técnica, la naturaleza del Homo sapiens sapiens es la creación imaginaria y simbólica, su particular uso del lenguaje para la construcción de instituciones sociales y cosmovisiones.
— Técnica y tecnología por Adrián Almazán (Página 27)
Lo que nos hace humanos no es la tecnología
Como escribe Jorge Riechmann en el prólogo del volumen, “este libro nos permite comprender, de manera original y profunda, los …