Señó Moshuelo rated Mañana: 3 stars

Mañana by Olalla Castro Hernández
Virginia es profesora universitaria en Barcelona y ha construido un universo lleno de luz y de amor junto a su …
Poesía, libros y alpiste. Escampaos y bandolerismo. Si bajo de la rama soy Víctor Briones Antón
This link opens in a pop-up window
Virginia es profesora universitaria en Barcelona y ha construido un universo lleno de luz y de amor junto a su …
Entre el poemario y la novela, entre la prosa y el verso, entre la biografía, la carta, la elegía y …
Propuesta formal interesante, poesía en prosa más tirando a lo segundo, pero en ningún momento perdiendo el pulso de un lenguaje que se tensiona entre la realidad y lo poético. Uno de los autores contemporáneos que más me llegan. Me convence su aparente sencillez desde la que alcanza mucha hondura.
Con la misma desenvoltura que demostrara en su debut (Cosas vivas, Periférica, 2018), Munir Hachemi se atreve con la ficción …
Su poquito de la LeGuin del Ekumen, su poquito de antropología con virutas de 'La llegada', algo del Italo Calvino de 'Las ciudades...' y mucha lingüística desatá pa que entre el aire. Me lo voy a trapiñar en dos sentá. De momento, delicia de lectura.
Qué viaje, ñoras y ñores. Me ha gustado mucho porque es uno d eesos libros en el que se nos muestra el horror posible dentro de nosotres. La crueldad y como se expone es el plato fuerte de esta obra. Me recuerda por momentos a Ketchum, pero con muchas particularidades que lo hacen de lo más interesante. Se tratan muchos temas que van confluyendo para armar un horror que linda cin el asco y el horror, no tenemos a donde agarrarnos, hay maldad acumulada pero, oh sorpresa, la comprendemos, sin justificarla, la comprendemos. Más que recimendable si te gusta el horror contemporáneo, may weapon.
Aoileann tiene diecinueve años y nunca ha salido de la isla donde vive. Su madre, muda y postrada en cama, …
Casi a la mitad del libro y ya puedo decir que vaya sorpresa, aquí hay algo buenísimo, algo que me hace removerme incómodo en el sillón. Creo que es lo descarnado, lo filoso, lo limpio de la violencia que se nos enseña, una que no se desata (aún) pero que ya escuece. Qué precisión quirúrgica, qué imágenes más nítidas y punzantes, qué tratamiento del tabú y de lo social opresivo. Creo que esta va a ser una gran lectura, cómo estoy disfrutando de sufrir y de ver lo que vive la prota.
Las nuevas voces, el hallazgo de una igual que ha recorrido caminos imposibles, semejantes a los tuyos, pero inimaginables para ti, el tener metáforas frescas, descarnadas, el asombro de que la poesía todo lo puede y lo soporta.
Saber que somos diminutos en nuestra lengua rota, disfrutar de un mundo desplegado desde rincones que no advertiste.
Hay mucho descaro y un esperanzador tino en estos versos, un saber hacer que apunta a depuración y tesón, suficiente.
La poesía es un intento, dice la autora; no un objetivo ni una consecución, añado yo. Intentemos la palabra estallada, de los nombres nuevos con chaquetas raídas saldrá la parte que nos falta.
La verdad es que el título que he elegido quizás no haga más que despistar. Intento bajar la idea al comedero para que podáis picotearla. Esta obra trata de dos hombres conectados por un pasado en común que emerge después de 25 años, hasta ahí pues vale, nada nuevo bajo el sol, supongo. Pero esta novela tiene una brillantez especial que se nota en el estilo directo, de diálogos chispeantes y frases sin mucho adorno pero capaces de contener todo ese empaque y secretos de los buenos párrafos, de los escritores que saben cuándo callar, según la dosis el veneno nos coloca o nos aburre, y cuándo sacar a la serpiente del buzón. La obra destaca pos su ambientación y su agilidad narrativa, pero también por cómo trata temas de racismo desde un costumbrismo nada complaciente que no justifica nada pero que tampoco nos da lecciones o pontifica. Eso me …
La verdad es que el título que he elegido quizás no haga más que despistar. Intento bajar la idea al comedero para que podáis picotearla. Esta obra trata de dos hombres conectados por un pasado en común que emerge después de 25 años, hasta ahí pues vale, nada nuevo bajo el sol, supongo. Pero esta novela tiene una brillantez especial que se nota en el estilo directo, de diálogos chispeantes y frases sin mucho adorno pero capaces de contener todo ese empaque y secretos de los buenos párrafos, de los escritores que saben cuándo callar, según la dosis el veneno nos coloca o nos aburre, y cuándo sacar a la serpiente del buzón. La obra destaca pos su ambientación y su agilidad narrativa, pero también por cómo trata temas de racismo desde un costumbrismo nada complaciente que no justifica nada pero que tampoco nos da lecciones o pontifica. Eso me parece una gran virtud, algo complicado para un autor que quiere mostrar la violencia y lo que permanece oculto bajo la monotonía de un pueblo diminuto en el sur de los Estados Fundidos. Os gustará si os va lo policíaco, pero sin detectives cliché; os gustará si sois lectores asiduos de las obras ambientadas en ese escenario que hemos visitado tanto que parece que esté a dos pasos, aquí mismo, al lado de casa (es lo que tiene la colonización cultural, en este caso para bien, porque no se idealiza nada —bueno, quizás un poco las pistolitas— y se nos presenta el panorama de la región en la que ocurren los hechos y sus gentes de forma que podamos sentir y valorar por nosotras mismas). Como siempre, me gusta mencionar a las pequeñas editoriales que eligen un filón y nos lo destilan para regalárnoslo en forma de libros particularísimos, que nos abren mundos y mentes; aún no he leído mucho de Dirty Works, pero caerán más, por temática y porque la sorpresa suele venir cuando uno no mira el dedo que le señala y le obliga, cuando se niega a comer la papilla cultural predigerida y se mete un poco, hasta las rodillas al menos, en el pantano aunque haya cocodrilos y mojones flotando.
Qué pocos libros hacen eso, metérsenos dentro para desbaratarnos, para remover todo lo que parecía inamovible y decir cosas que ya hemos escuchado pero de formas nuevas, que no suenan a repetición sino a fogonazo. Hay distopía, feminismo, historia, lingüística, poesía, fantasía, animales que habla, viajes temporales o astrales, no termino de tenerlo claro, ecologismo, rabia, rebeldía, la estatua de la libertad, mohawks que caminan por las vigas de acero, fascinación, asombro, un nido entre sus páginas, un refugio, un lugar en el que limpiarnos de lo civilizatorio como uniforme. Hay sobre todo belleza en esta obra, después ya podríamos hablar del género que se supone desarrolla (una especie de ciencia ficción con un ramalazo de fantasía delicioso), del estilo en la prosa de la autora, del armazón narrativo, la estructura, a veces desarmada y complicada de seguir..., pero es que sobre todo es belleza lo que se nos ofrece, …
Qué pocos libros hacen eso, metérsenos dentro para desbaratarnos, para remover todo lo que parecía inamovible y decir cosas que ya hemos escuchado pero de formas nuevas, que no suenan a repetición sino a fogonazo. Hay distopía, feminismo, historia, lingüística, poesía, fantasía, animales que habla, viajes temporales o astrales, no termino de tenerlo claro, ecologismo, rabia, rebeldía, la estatua de la libertad, mohawks que caminan por las vigas de acero, fascinación, asombro, un nido entre sus páginas, un refugio, un lugar en el que limpiarnos de lo civilizatorio como uniforme. Hay sobre todo belleza en esta obra, después ya podríamos hablar del género que se supone desarrolla (una especie de ciencia ficción con un ramalazo de fantasía delicioso), del estilo en la prosa de la autora, del armazón narrativo, la estructura, a veces desarmada y complicada de seguir..., pero es que sobre todo es belleza lo que se nos ofrece, otro mundo lleno de alivio, un espacio en el que reconciliarnos con el dolor y con la sangre vertida. No, no es una historia complaciente, es cruda por momentos, pero siempre acaba en un alivio, en una esperanza de que la propia historia, la intuición de quién somos y qué queremos y no queremos hacer, nos permitirá refugiarnos a esperar el nuevo día, el nuevo tiempo, el nuevo existir. Este es un libro que nos acoge y nos reta, que es hogar y también terreno desolado. Un adentro y un afuera, un reto y un colchón confortable en el que echarse a descansar. Es precisamente en el tino y la tensión en la manera de contar lo cruento, lo erótico, lo depravado, donde el estilo de Yuknavitch se eleva muy por encima de lo que puede ofrecer cualquier otro escritor. También sorprende y satisface cómo se engarzan ideas y razonamientos dentro de las vidas y conversaciones de los personajes, eso que cuesta tanto, no predicar, no resultar panfletera, no es ni de lejos un problema en este libro. Es más, consigue la autora, que esas píldoras de ideología y reflexión complementen y eleven aún más el pulso de la narración. Este libro es un regalo, que venga de la editorial que viene es aún más satisfactorio. Porque es de esas que no solo juegan a ganar dinero, que sí, que tienen que vivir y comer o simplemente existir, pero Horror Vacui juega a otra cosa, nos regala voces que jamás llegarían a nuestras manos de no ser por ellas, por su línea editorial y por el mimo que ponen en sus libros.