Las cosas feas son tan propias del mundo como las hermosas. Tú eres muy jóven, niña, y en el colegio no hacen otra cosa que taparte los ojos, lo que es un engaño, niña. Conocer el mal es ya una defensa. Donde no hay inocencia, puede haber pecado; pero donde no hay sabiduría, hay siempre desgracia.
— La sibila por Agustina Bessa-Luís, Isaac Alonso Estravís (traductor) (Página 149)
Ay, ajolá tener todos de niñes alguien que nos sepa decir las verdades y no solo encauzarnos y meternos en el surco. A mí me hubiera ahorrado muchos problemas el tener en er disco duro esta sentencia para saber del dolor, lo feo, lo cierto y lo que no se ve en la realidad.
Un libro este con mucha enjundia, que va lento y que me va a dejar poso, me lo noto en las canne.