Señó Moshuelo valoró Blackwater I. La riada.: 4 estrellas
Blackwater I. La riada. por Michael McDowell
Las gélidas y oscuras aguas del río Blackwater inundan Perdido, un pequeño pueblo al sur de Alabama. Allí, los Caskey, …
Poesía, libros y alpiste. Escampaos y bandolerismo. Si bajo de la rama soy Víctor Briones Antón
Este enlace se abre en una ventana emergente
Las gélidas y oscuras aguas del río Blackwater inundan Perdido, un pequeño pueblo al sur de Alabama. Allí, los Caskey, …
Pues para decirlo más y con palabras más ajustadas está este libro, para dinamitar desde la comprensión y el ofrecimiento de alternativas uno de los grandes fantasmas que nos afecta de diferentes formas a todes: el trabajo, sus características y sus efectos en nuestra vida. Me ha parecido uno de esos libros que te abren la percepción, que ponen palabras a sospechas y te hacen conectar circunstancias de tu día a día, darles un sentido global. Obras que nos amplían el horizonte y ayudan a comprender algo del fondo de nuestra angustia. Despierta las ganas de hablar con quienes nos rodean para preguntar si a ellos también les pasa esto que nos corroe. También sorprende cómo desde una forma expresiva más que accesibles es capaz de plantear sus ideas y dejárnoslas ahí candentes, incitantes. Seguiré leyendo a Graeber, eso seguro.
El nuevo esclavismo. Pasarse la vida trabajando en algo totalmente innecesario. Un trabajo de mierda.
¿Su trabajo tiene algún sentido …
Cómo os cuento lo que he sentido al leer este libro. Lo intento, a ver, empezaré por lo menos bueno: es una obra irregular, por momentos inconexa, con un estilo que tiende a regodearse (divino regodeo) en algunos pasajes para pasar por encima de otros. No os apuréis, no me ha parecido nada que os vaya a impedir disfrutar de la historia. También, en algunos momentos, peca de idealismo y de un romanticismo a su manera, pero, oye, a mí me gusta que en medio de la hedionda realidad alguien destinado a ser carne picá se salga con la suya. Me da paz, no me preguntéis por qué, que no… bueno sí, es porque a mí me gustaría un poco de esa golosina, ya lo he dicho. A medida que leía me venía un paralelismo a la cabeza. Joder, pensé en más de una ocasión, `Nuestra parte de noche’ de …
Cómo os cuento lo que he sentido al leer este libro. Lo intento, a ver, empezaré por lo menos bueno: es una obra irregular, por momentos inconexa, con un estilo que tiende a regodearse (divino regodeo) en algunos pasajes para pasar por encima de otros. No os apuréis, no me ha parecido nada que os vaya a impedir disfrutar de la historia. También, en algunos momentos, peca de idealismo y de un romanticismo a su manera, pero, oye, a mí me gusta que en medio de la hedionda realidad alguien destinado a ser carne picá se salga con la suya. Me da paz, no me preguntéis por qué, que no… bueno sí, es porque a mí me gustaría un poco de esa golosina, ya lo he dicho. A medida que leía me venía un paralelismo a la cabeza. Joder, pensé en más de una ocasión, `Nuestra parte de noche’ de Mariana Enríquez tiene mucho de este morbo, de este gusto por lo abyecto, por el eros y el tánatos mezclados y fundidos hasta resultar indistinguibles. Eso me gustó, porque en su momento flipé con la historia de la escritora argentina y el encontrarme ante una obra que podría haberle afectado e influído ya me pareció muy atractivo. Este relato divaga sobre muchos temas, divagar bien, con ese fijar la atención hasta que podemos ver el poro de la piel sin necesidad de lupas ni aumentos, divaga para aprehender, para sacar a la conciencia, para que se vea. A veces puede que se pase un poco de rosca en lo escatológico (a mí no me lo ha parecido, lo digo para los estómagos algo delicaditos y para el que aún tenga algo de puritano enganchao en sus canne morenas); pero desde ahí, desde la sangre y el semen, desde los dientes rotos y el sudor, desde la densidad a la hora de describir el agobiante ambiente y paisaje, desde una sedimentación progresiva de todo lo que quiere contarnos e libro se eleva y nos atrapa. ¿Qué es ‘Trazos de santre’? Es terror, sí, de muchos tipos, psicológico, gore, de casas encantadas. Es un viaje onírico con reminiscencias dunsanianas, es un abrevadero para los que no nos cansamos de lo popular, de la música y de todo lo que no es esa alta cultura que mata la cultura. También es una historia de amor, una bizarra y sadomasoquista, una reivindicación de los raros, de los que son machacados por la sociedad. Es un alegato por el apoyo mutuo (quién encontrara vecinos como los que reciben a los protas en el pueblo donde se desarrolla casi toda la trama). Y lo que se me estará escapando. Esa rareza de los protagonistas, en realidad de todos los personajes, me atrae mucho, es totalmente mi gente, personas que hay que mostrar, actitudes fuera de la pecera, rabia que llega a buen puerto, desplazados sin complejos y con unas ganas de vivir que se contagian, que llevan consigo otras formas de habitar la tierra. Solo los representantes de la norma y el gobierno son arquetípicamente robóticos y desalmados; ya sabéis, ese hombre de negro que trabaja para que el que jumela a anarquía sea aplastado. No quiero extenderme mucho. Si lo tuyo es el terror con mezclilla de otras cosas, si te molan las ambientaciones opresivas, sureñas (aupa Nueva Orleans) y alucinatorias, las historias de la caló volviendo a todos un poco tarumba, las que gastan camiones y camiones cisterna de sangre, de violencia y de tensión emocional, esta puede ser una buena parada en tu trayectoria lectora. Que ustedes lo gocen, pájaras. PD. Carfax, estoy in lof con toda la mandanga que editas.
Esta historia te zarandea. Es de terror, hay un monstruo, pero lo que realmente aterra es a lo que somos capaces de llegar como sociedad, qué podemos construir sobre los huesos de los nadies, de los oprimidos, de los sin nombre. De los gulags se ha escrito largo y tendido, pero esta historia que se desarrolla en uno, o desde uno, más bien, habla de algo más que de historia. Como digo arriba lo que importa en la narración es que el monstruo puede habitar en muchos sitios: en un sistema político, en una prisión, en un propósito, en el ansia y el hambre, en el embrutecimiento sin retorno al que nos condena la violencia continua y sin sentido. Sí, también hay un monstruo clásico, un domovoi (esto me atrajo mucho ya que no recordaba haber leído nada con este bicho como protagonista), que después resulta ser más, que trasciende …
Esta historia te zarandea. Es de terror, hay un monstruo, pero lo que realmente aterra es a lo que somos capaces de llegar como sociedad, qué podemos construir sobre los huesos de los nadies, de los oprimidos, de los sin nombre. De los gulags se ha escrito largo y tendido, pero esta historia que se desarrolla en uno, o desde uno, más bien, habla de algo más que de historia. Como digo arriba lo que importa en la narración es que el monstruo puede habitar en muchos sitios: en un sistema político, en una prisión, en un propósito, en el ansia y el hambre, en el embrutecimiento sin retorno al que nos condena la violencia continua y sin sentido. Sí, también hay un monstruo clásico, un domovoi (esto me atrajo mucho ya que no recordaba haber leído nada con este bicho como protagonista), que después resulta ser más, que trasciende su condición, que puede ser metáfora o aterradora realidad, carnalidad, tiranía. Lo malo de esta historia es que se hace corta, muy corta. Es angustiosa y traslada muy bien al dibujo 'sucio' el tono de la narración. Merece la pena leerla.
El autor Rich Douek y el artista Alex Cormack presentan una brutal historia de supervivencia, terror y folclore ruso en …
Trevor tiene cinco años y se muda con sus padres y su hermano pequeño a una vieja y destartalada casa …
Porque lo enfermo nos excluye. Impactante este libro que nos habla de un tabú omnipresente debajo de las alfombras. Que nos habla de la comunidad perdida, de lo que nos une y nos sana pero que hemos dejado a un lado para ser ciudadanos perfectamente adaptados a una riada que nos arrastra. Vemos aquí como una persona se abre en canal, sin victimización, sin regodeo, para mostrarnos como romperse es casi una consecuencia lógica de la realidad que hemos creado. Cauce seco sin deriva posible, a veces nos sentimos así, incapaces de salir del surco, incapaces de soportar lo que parece que todos llevan sin problemas, la losa que a otros pesa poco y que a nosotros nos destroza día a día. Un libro en el que mirarse, uno en el que reconocer cómo las fronteras entre lo cuerdo y lo destartalado se difuminan, se redibujan y redefinen. Impacta especialmente …
Porque lo enfermo nos excluye. Impactante este libro que nos habla de un tabú omnipresente debajo de las alfombras. Que nos habla de la comunidad perdida, de lo que nos une y nos sana pero que hemos dejado a un lado para ser ciudadanos perfectamente adaptados a una riada que nos arrastra. Vemos aquí como una persona se abre en canal, sin victimización, sin regodeo, para mostrarnos como romperse es casi una consecuencia lógica de la realidad que hemos creado. Cauce seco sin deriva posible, a veces nos sentimos así, incapaces de salir del surco, incapaces de soportar lo que parece que todos llevan sin problemas, la losa que a otros pesa poco y que a nosotros nos destroza día a día. Un libro en el que mirarse, uno en el que reconocer cómo las fronteras entre lo cuerdo y lo destartalado se difuminan, se redibujan y redefinen. Impacta especialmente reconocerse en muchos aspectos de los que se mencionan, cómo no somos más que uno más de los niños perdidos en una falsa adultez irreductible, irrebatible, ardua. Lectura que remueve y recoloca, por eso, según mi criterio, necesaria. Ayuda a ver que cuando uno se siente excluido, desde el dolor, se puede construir una historia diferente, quizás minoritaria, un relato que se pueda habitar y que no excluya lo extraño y lo roto. Una caja hecha a mano para recoger nuestros añicos e interrogarlos, eso es este libro.
Este cómic va de la locura. Y para eso he hablado de mi propia locura, de las voces y los …
Me he encantado, por mordaz, por cashondo y por ese posos de tristeza que parece disimulado pero que está en el fondillo de esta historia. Una realidad caricaturizada y por ello mismo ampliada, reconocibles hasta el punto de que nos hace rasguños, nos interpela. Este libro es un espejo en el que nos veremos, unas más y otras menos, dibujados, una máquina de radiografiar la realidad; tiene, a pesar de su evidente tono humorístico, un toque de vivisección a vuelapluma, como quitándole importancia, pero que nos deja asombrados, atónitos ante la certeza que se nos pone por delante en estas páginas. No quiero dar la impresión equivocada, este libro es divertido, muy capaz de hacer que nos riamos con ganas, la semilla de crítica y de pena de la que hablo más arriba no pesa, está bien integrada con el todo y no hace más que darle empaque y altura …
Me he encantado, por mordaz, por cashondo y por ese posos de tristeza que parece disimulado pero que está en el fondillo de esta historia. Una realidad caricaturizada y por ello mismo ampliada, reconocibles hasta el punto de que nos hace rasguños, nos interpela. Este libro es un espejo en el que nos veremos, unas más y otras menos, dibujados, una máquina de radiografiar la realidad; tiene, a pesar de su evidente tono humorístico, un toque de vivisección a vuelapluma, como quitándole importancia, pero que nos deja asombrados, atónitos ante la certeza que se nos pone por delante en estas páginas. No quiero dar la impresión equivocada, este libro es divertido, muy capaz de hacer que nos riamos con ganas, la semilla de crítica y de pena de la que hablo más arriba no pesa, está bien integrada con el todo y no hace más que darle empaque y altura a lo que se nos ofrece. Me gustó mucho también como no deja títere sin cabeza, sus personajes son caricaturas, estereotipos encarnados de los que nos podemos burlar para aflojar un poco la presión ante la certeza de que hay gente así, de que quizás nosotros mismos seamos un poco así, así de estúpidos, engreídos y obnubilados. Seres repletos de realidad sin crítica, una sociedad pagada de sí misma, estuporosa, ajena a la estulticia que la corroe desde dentro, eso es a lo que se le pega en este libro que me ha parecido imprescindible.
¿Qué ocurriría si siguiéramos punto por punto las claves de los bestsellers de autoayuda? Esto será lo que Cuca Báumez, …
Interesante este poemario de apariencia leve pero con fondo, con muchos hilos sueltos, con caminos que salen de un amasijo de vísceras rotas para abrirse al mundo y mostrarnos el adentro de la realidad. Un poemario que, como la buena poesía hace, oculta lo que quiere decir, que deja indicios, que parece tratar sobre un proceso médico (así dicho, en letras cuajadas de asepsia) pero que nos lleva hasta multitud de sombras, unas frescas para el alivio y el encuentro, otras ominosas y relacionadas con cómo tratamos lo que se muere, se pudre o deja de funcionar como debería, como nos acostumbramos a pensar que debería. Y es que a mí este poemario me ha dejado un poso, una admiración de sus formas de apariencia sencilla, su pequeña condición juguetona con las notas al pie; me ha dejado cavilando y sintiendo cómo nos inculcan y nos incluyen en una película …
Interesante este poemario de apariencia leve pero con fondo, con muchos hilos sueltos, con caminos que salen de un amasijo de vísceras rotas para abrirse al mundo y mostrarnos el adentro de la realidad. Un poemario que, como la buena poesía hace, oculta lo que quiere decir, que deja indicios, que parece tratar sobre un proceso médico (así dicho, en letras cuajadas de asepsia) pero que nos lleva hasta multitud de sombras, unas frescas para el alivio y el encuentro, otras ominosas y relacionadas con cómo tratamos lo que se muere, se pudre o deja de funcionar como debería, como nos acostumbramos a pensar que debería. Y es que a mí este poemario me ha dejado un poso, una admiración de sus formas de apariencia sencilla, su pequeña condición juguetona con las notas al pie; me ha dejado cavilando y sintiendo cómo nos inculcan y nos incluyen en una película sin final, una que se corta ya con el metraje avanzado, para hurtarnos el dolor de lo que se termina, muere, se deteriora. En ese engaño, quizás necesario hasta cierto punto para no convertirnos en criaturas temerosas y cínicas, nos movemos, un trampantojo demasiado perfecto que nos impide también el valor de vivir la vida desde la querencia y no desde la obligación. Seguiré leyendo a esta poeta que tan pronto demuestra que tiene mucho que decir y que lo sabe decir con cuidado, mimo, aventura y desgarro.
La poesía de Laura es culpable porque ha llegado henferma a nuestras manos. Está operada, rota de dolor, sangra y …
Un libro en el que poder conocer más la obra (y vida, porque muchas piezas rozan la autobiografía, muy bien adobada y metida en trama, eso sí) de Langan. Id al libro, también en Carfax, 'El Pescador', novelón que gocé mucho en su momento y que me dejó el interés por todo lo que este escritor pueda pergeñar. Encontramos en esta antología relatos de varias temáticas en los que se siente un esfuerzo por traer al ahora los tropos y urdimbres del terror. Actualizar temas, dar vueltas de tuerca a ambientaciones, eso se le da bien a Langan. Hay horror cósmico mezclado con historias de familias, hay niños y leyendas que aguantan hasta el presente, su mijita de psicodelia y una forma efectiva sin efectismo de dejarte tensionado y en vilo. Hay pulso en el estilo de este autor. Os lo recomiendo desde mi corazón de moshuelo. #yoleoterror