Inicio por todo lo alto, una espita que se abre y sale la rabia y la confusión, una voz en una carta a una madre muerta pero más presente que nunca. Esto me va a gustar, porque me atañe, porque muestra que hay que dejar salir la bilis, porque el dolor también es parte de la existencia.
Dysphoria mundi es un diario de la transición planetaria que toma la forma de un …
Vaya inicio. Un libro ambicioso, para bien, por querer abarcar mucho, veremos si lo logra. Se atisban juntiñas y puertas que se abren en sus páginas. Disforia para todes, eso os deseo.
¿Nos estamos convirtiendo en la madrastra de Blancanieves? En la era Instagram, nuestro espejo mágico …
Pues un descubrimiento gozoso. El dibujo sencillo y casi esquemático, colorista, contrasta con la enjundia de las reflexiones que incluye este libro. el tema central de la obra no puede ser más actual, pero también asentado en la masa de lo que somos como humanos. Actual que no aferrado a lo novedoso, no oportunista, sino hondo y con capacidad para afectarnos.
Los espejos, amigues, que nos traen fritas, que nos obligan a paralizar la realidad hasta que se necrosa, de eso nos habla esta obra que me ha golpeado y me ha hecho disfrutar. Sin duda, leeré más cosas de esta autora.
Traductora: Marta Lila Murillo
Ilustración de portada: José Hernandez
Thomas Ligotti, «el secreto mejor guardado …
Muchas ganas tenía de volver a los cuentos de Ligotti, y ya estoy aquí. Ganas también de las ediciones de Gótica de Valdemar.
De momento empezamos fuerte, hay un pueblo en el que la extrañeza a los ojos de un antropólogo no deja de crecer. Qué maestro es este autor para crear esas atmósferas y como me recuerda a una especie de Innsmouth pero de interior el primer relato que me estoy metiendo palpeshito.
Odiada, desaconsejada por Juan Rulfo, causa de escándalo e incluso censura en su momento de …
Una sorpresa en cuanto a la forma y un disfrute travieso y deslenguado en cuanto al contenido.
Un libro que se te escurre de las manos, de tono desenfadado que, por lo visto, levantó ampollas en su tiempo por lo descarado y por cómo mostraba el mundo de la vida oculta a plena vista del ambiente en el D.F. (punto a favor esto de que soliviante a los prescriptores de la moralidad de cualquier época).
Mucha droga, mucha venérea, mucha guasa y que a mí personalmente me ha llevado a reflexiones sobre la hipocresía social.
Gustará mucho a cualquier persona que esté en proceso de liberación, a cualquiera que busque campo abierto, a los que buscamos a otros raros para tirarnos al monte.
Dos niñas esperan con temor la llegada de un nuevo miembro de la familia, convencidas …
No solo de hongos vive el terror inminente de lo cotidiano
Sin valoración
Si algo me gusta como lector es llegar a nuevos mundos, nuevas voces, nuevos temas. Pues bien, creo que este montoncito gozoso de relatos cumple con todo eso. Es catalizador de la sorpresa, alimenta la curiosidad, nos trae un buen ramo de flores extrañas de las que hablar, desde las que reflexionar y sentir.
No diría que el libro es de terror puro, pero hay mucho de literatura de ese género en estos relatos, quizás desde un enfoque más relacionado con lo que nos inquieta de la realidad, lo que nos causa eso que es marca de nuestro tiempo: puritita ansiedad anticipatoria. Ansía por lo que se nos viene encima, por cómo reaccionará la naturaleza ante esos monos endiosados y cómo, probablemente, se volverá en nuestra contra y nos devorará.
También destaca en estos relatos la fina aguja de la autora para hilvanar lo secreto y hacerlo visible; sobre todo …
Si algo me gusta como lector es llegar a nuevos mundos, nuevas voces, nuevos temas. Pues bien, creo que este montoncito gozoso de relatos cumple con todo eso. Es catalizador de la sorpresa, alimenta la curiosidad, nos trae un buen ramo de flores extrañas de las que hablar, desde las que reflexionar y sentir.
No diría que el libro es de terror puro, pero hay mucho de literatura de ese género en estos relatos, quizás desde un enfoque más relacionado con lo que nos inquieta de la realidad, lo que nos causa eso que es marca de nuestro tiempo: puritita ansiedad anticipatoria. Ansía por lo que se nos viene encima, por cómo reaccionará la naturaleza ante esos monos endiosados y cómo, probablemente, se volverá en nuestra contra y nos devorará.
También destaca en estos relatos la fina aguja de la autora para hilvanar lo secreto y hacerlo visible; sobre todo en todo lo relacionado con las juntiñas humanas, con los tabúes sociales y lo que no solemos decir por vergüenza o por considerarlo demasiado raro para que nadie lo pueda entender o soportar sin cortarnos a rodajas.
Kathryn Harlan nos regala ocho relatos que son muy variados. Dije arriba que habitaba en ellos un terror particular, pero también hay fantasía oscura (atentos al relato ‘Violinista, pareja de locos’), bizarrismo realimaginativo, vaya normbressito que me acabo de sacar del refajo (sirva de ejemplo ‘¿Eres tú?, que por momentos me recordó en gordo al más volado Cortázar), ecocanguelo por un tubo, brujería metía en lo cotidiano… En fin, un poco de muchas cosas de las que nos gustan a los que le tiramos con frecuencia a lo extraño, lo raro y lo que camina por la sombra y lo viscoso.
Termino nombrando mi relato preferido, por seco, directo a las heridas sin cerrar, y por mostrar como los mitos nos pueden volver un poco tarumbones, se trata de ‘Dar caza al Rey Víbora’, una delicatesen que me he releído incluso antes de colgar esta mininota sobre esta obra que os recomiendo con la fuerza de los mares.
Elise y Dagmar se comportan como cualquier otra pareja de enamorados: las dos mujeres intercambian …
Lo mejor de este libro es cómo muestra una verdad tabú: hay muchas formas de relacionarnos amorosamente más allá de la monogamia radical a la que estamos sometidos.
Que se sufre, pues sí, pero es que no venimos del paraíso emocional precisamente.