Señó Moshuelo reseñó Iluminada de Lidia Yuknavitch
Esta historia se deshilacha y nos deshace
5 estrellas
Qué pocos libros hacen eso, metérsenos dentro para desbaratarnos, para remover todo lo que parecía inamovible y decir cosas que ya hemos escuchado pero de formas nuevas, que no suenan a repetición sino a fogonazo. Hay distopía, feminismo, historia, lingüística, poesía, fantasía, animales que habla, viajes temporales o astrales, no termino de tenerlo claro, ecologismo, rabia, rebeldía, la estatua de la libertad, mohawks que caminan por las vigas de acero, fascinación, asombro, un nido entre sus páginas, un refugio, un lugar en el que limpiarnos de lo civilizatorio como uniforme. Hay sobre todo belleza en esta obra, después ya podríamos hablar del género que se supone desarrolla (una especie de ciencia ficción con un ramalazo de fantasía delicioso), del estilo en la prosa de la autora, del armazón narrativo, la estructura, a veces desarmada y complicada de seguir..., pero es que sobre todo es belleza lo que se nos ofrece, otro mundo lleno de alivio, un espacio en el que reconciliarnos con el dolor y con la sangre vertida. No, no es una historia complaciente, es cruda por momentos, pero siempre acaba en un alivio, en una esperanza de que la propia historia, la intuición de quién somos y qué queremos y no queremos hacer, nos permitirá refugiarnos a esperar el nuevo día, el nuevo tiempo, el nuevo existir. Este es un libro que nos acoge y nos reta, que es hogar y también terreno desolado. Un adentro y un afuera, un reto y un colchón confortable en el que echarse a descansar. Es precisamente en el tino y la tensión en la manera de contar lo cruento, lo erótico, lo depravado, donde el estilo de Yuknavitch se eleva muy por encima de lo que puede ofrecer cualquier otro escritor. También sorprende y satisface cómo se engarzan ideas y razonamientos dentro de las vidas y conversaciones de los personajes, eso que cuesta tanto, no predicar, no resultar panfletera, no es ni de lejos un problema en este libro. Es más, consigue la autora, que esas píldoras de ideología y reflexión complementen y eleven aún más el pulso de la narración. Este libro es un regalo, que venga de la editorial que viene es aún más satisfactorio. Porque es de esas que no solo juegan a ganar dinero, que sí, que tienen que vivir y comer o simplemente existir, pero Horror Vacui juega a otra cosa, nos regala voces que jamás llegarían a nuestras manos de no ser por ellas, por su línea editorial y por el mimo que ponen en sus libros.