Reseñas y comentarios

Podría decirse que esta única novela de María Elvira Bermúdez está dividida en dos partes. Una, introductoria, de personajes y circunstancias, con todas los elementos de la novela negra y con un carácter intertextual con Diez negritos de Agatha Christie. Y la segunda, cuando suceden los acontecimientos criminales. Con un final que recuerda los de Conan Doyle (un Sherlock que aclara y un Watson que entiende), la evidencia de los motivos criminales descansa en la criminalística y el elogio de la novela negra y sus escritores con mirada psicológica. El machismo, que es mencionado, no es visto como un motivo para matar sino como un factor incluido en las modalidades del crimen.

Ya casi la acabo. Me está divirtiendo micho la segunda parte de la novela (segunda parte en su estrictura, ya diré al final).

Un libro que combina reflexión alrededor de los afectos, los datos científicos sobre rocas, minerales y vidrio; sobre la relación entre artista y materiales; estos como sugerentes de tener un comportamiento propio del cual la autora aprende a mirar de otro modo. Me ha dejado intrigado con la perspectiva geomántica, la colección de fotos es hermosa y las reflexiones están muy cerca de una perspectiva animista del mundo.

La recuperación de estos cuentos tiene mucho que decir respecto de la literatura latinoamericana del s. XX. Mucho.

La poesía de Hortensia es de esas que fluyen y deleitan. Una metáfora inesperada al lado de formas de apariencia común en el lenguaje hablado. La mirada insoslayable hacia lo político y lo asombroso, es de una combinación que marca su trabajado estilo.

El fracaso, el fallo, el retorno implacable a la peor opción y la autodestrucción como definición de una subjetividad violenta consigo misma y al lado de un mundo que se forma del mismo modo.

Poesía intrigante, que va enarbolando su sentido poema a poema. Un decir en el que el implícito es una composición de todo el libro. Al final, como si se supiera todo o como se hubiera conformado aquello que parece no decirse, esa red violenta del machismo estructural, pues esos son los obeliscos.

Me gusta el explícito anarquismo de la dirección de este libro. Habla de una política basada en una ontología del cuerpo, desde el cual existe el individuo, fuera de las nociones de sujeto, especie humana y persona.

Una ética de la responsabilidad en vez de una ética de la convicción, en sus palabras. Y contra la teología negativa y ls moral de Adorno sobre no hablar más después de Auschwitz. Cabe decir: contra el fascismo también.

Los poemas de este libro hacen pensar en esos temas que aquejan la vida cotidiana de quienes sufren la violencia del Estado. Hortensia logra hacer poesía con ello.

Conocí a Hortensia en un recital de poesía hecho en un café del centro dela Ciudad de México. Me parece una muy buena poeta. Este libro, que me regaló, es de una edición independiente. Tengo aun por conocer mejor sus otros libros, en los cuales están los otros poemas que leyó entonces. Este me parece muy valioso y es una pena que poetas como ella no tengan la difusión que otras figuras de moda de la literatura mexicana actual. Con todo, invito a que la busquen porque vale la pena.

He estado leyendo de a poco este poemario. Tiene prólogo de Eduardo Milán y epílogo de Guillermo Fadanelli. Me gusta que se trata de metapoesía. Me gustan los poemas «Siendo» e «Impluvium».