Yeong-hye and her husband are ordinary people. He is an office worker with moderate ambitions and mild manners; she is an uninspired but dutiful wife. The acceptable flatline of their marriage is interrupted when Yeong-hye, seeking a more 'plant-like' existence, decides to become a vegetarian, prompted by grotesque recurring nightmares. In South Korea, where vegetarianism is almost unheard-of and societal mores are strictly obeyed, Yeong-hye's decision is a shocking act of subversion. Her passive rebellion manifests in ever more bizarre and frightening forms, leading her bland husband to self-justified acts of sexual sadism. His cruelties drive her towards attempted suicide and hospitalisation. She unknowingly captivates her sister's husband, a video artist. She becomes the focus of his increasingly erotic and unhinged artworks, while spiralling further and further into her fantasies of abandoning her fleshly prison and becoming - impossibly, ecstatically - a tree.
Fraught, disturbing and beautiful, The Vegetarian is …
Yeong-hye and her husband are ordinary people. He is an office worker with moderate ambitions and mild manners; she is an uninspired but dutiful wife. The acceptable flatline of their marriage is interrupted when Yeong-hye, seeking a more 'plant-like' existence, decides to become a vegetarian, prompted by grotesque recurring nightmares. In South Korea, where vegetarianism is almost unheard-of and societal mores are strictly obeyed, Yeong-hye's decision is a shocking act of subversion. Her passive rebellion manifests in ever more bizarre and frightening forms, leading her bland husband to self-justified acts of sexual sadism. His cruelties drive her towards attempted suicide and hospitalisation. She unknowingly captivates her sister's husband, a video artist. She becomes the focus of his increasingly erotic and unhinged artworks, while spiralling further and further into her fantasies of abandoning her fleshly prison and becoming - impossibly, ecstatically - a tree.
Fraught, disturbing and beautiful, The Vegetarian is a novel about modern day South Korea, but also a novel about shame, desire and our faltering attempts to understand others, from one imprisoned body to another.
Un libro que no parece ser lo que se presenta. Tiene tres elementos bastante delimitados con respecto al ser humanos: un elemento superficial, otro más carnal y el último, más mental. A Freud le hubiese gustado.
Posiblemente de los libros que más me gustaron últimamente. Su lectura engancha, aunque resulta en ocasiones bastante duro. Leyéndolo pensaba que, aparte de los relatos que cuenta en cada una de las partes, tiene mucho de filosófico; y me recordaba a los existencialistas. En el prólogo, que recomiendo no leer antes de leer la novela, comparan a su autora y premio Nobel de literatura de 2024, con Kafka.
La primera parte nos habla de Yeong-hye, la vegetariana, a través de la mirada y el relato de su marido. El marido cuenta con toda naturalidad la opresión a la que está sometida su mujer a la que cosifica totalmente. Poco a poco vamos percibiendo esa cosificación y ese machismo que al final resulta insoportable. Al parecer, los críticos literarios coreanos, hombres de cierta edad y reconocimiento, hicieron durísimas críticas de la novela. Tal vez esta novela supuso para ellos un bofetón …
Posiblemente de los libros que más me gustaron últimamente. Su lectura engancha, aunque resulta en ocasiones bastante duro. Leyéndolo pensaba que, aparte de los relatos que cuenta en cada una de las partes, tiene mucho de filosófico; y me recordaba a los existencialistas. En el prólogo, que recomiendo no leer antes de leer la novela, comparan a su autora y premio Nobel de literatura de 2024, con Kafka.
La primera parte nos habla de Yeong-hye, la vegetariana, a través de la mirada y el relato de su marido. El marido cuenta con toda naturalidad la opresión a la que está sometida su mujer a la que cosifica totalmente. Poco a poco vamos percibiendo esa cosificación y ese machismo que al final resulta insoportable. Al parecer, los críticos literarios coreanos, hombres de cierta edad y reconocimiento, hicieron durísimas críticas de la novela. Tal vez esta novela supuso para ellos un bofetón como el que el padre de Yeong-hye le da a su hija por negarse a comer carne.
La segunda parte es un bello relato en el que se mezclan el arte y la sensualidad, y que supone un pequeño respiro en medio de la asfixia de los otros dos apartados.
El último capítulo habla de la locura y la cordura, y es para mí el más existencialista. Contrapone la locura de Yeong-hye con la cordura de su hermana.
No era para nada lo que esperaba, la verdad. «La vegetariana» nos lleva a la realidad actual de Corea del Sur, que nada tiene que ver con la idílica (o no tanto) vida de los artistas de K-Pop o los «idols». Es una vida mucho más cruda. Ser mujer ya es difícil en cualquier país, pero en Corea (y esta es la Corea buena) las mujeres viven con un machismo tan arraigado que directamente dejan de mostrar sus sentimientos.
Pero la protagonista de esta historia, Yeonghye, quiere cambiar esos moldes, de alguna manera, haciéndose vegetariana de un día para otro, por una causa por la que no nos hacemos vegetarianos los demás.
En la novela tenemos tres puntos de vista de la misma historia: primero la del marido, después la del cuñado y, por último, la de la hermana de Yeonghye. Vamos viendo, en sus voces, el cambio de vida …
No era para nada lo que esperaba, la verdad. «La vegetariana» nos lleva a la realidad actual de Corea del Sur, que nada tiene que ver con la idílica (o no tanto) vida de los artistas de K-Pop o los «idols». Es una vida mucho más cruda. Ser mujer ya es difícil en cualquier país, pero en Corea (y esta es la Corea buena) las mujeres viven con un machismo tan arraigado que directamente dejan de mostrar sus sentimientos.
Pero la protagonista de esta historia, Yeonghye, quiere cambiar esos moldes, de alguna manera, haciéndose vegetariana de un día para otro, por una causa por la que no nos hacemos vegetarianos los demás.
En la novela tenemos tres puntos de vista de la misma historia: primero la del marido, después la del cuñado y, por último, la de la hermana de Yeonghye. Vamos viendo, en sus voces, el cambio de vida que supone el vegetarianismo de Yeonghye, que afecta brutalmente también a la vida de las personas que la rodean.
Una narración visceral, muy cruda al mismo tiempo, que en tres partes de la misma historia nos ayuda a comprender cómo es la vida en Corea, cómo es su sociedad, cómo viven muchas mujeres. Para mí, la segunda parte, que cuenta la historia del cuñado de Yeonghye, me ha sorprendido muchísimo.
Han Kang ha ganado el Premio Nobel de Literatura. Esta novela tendrá algo que ver.