Ocaña citó Técnica y tecnología de Adrián Almazán
Y hoy, ante la muerte de la sociedad industrial, seguimos cerrando los ojos. Al igual que el anciano temeroso que en la hora postrera se conforta el corazón pensando en su infinito reposo paradisíaco junto a Dios, nuestras sociedades fantasean con la conquista espacial, la Gran Singularidad, la mutación transhumana o la muerte de la muerte. Inmortalidad y poder, al fin y al cabo, ya sea bajo la forma de una extensión y eternización de la raza humana a través de la Galaxia, una vida eterna en bits y silicio, una mejora constante de nuestro cuerpo a través de sustancias químicas o prótesis biomecánicas o simplemente la inmortalidad biotecnológicamente asistida.
Todo apunta a que si nada cambia nuestra confianza sin fisuras en la tecnología, que algunos llaman tecno-optimismo pero que es más bien una tecnolatría, terminará siendo nuestra perdición. Mientras seamos incapaces de descender de las alturas a las que nos ha conducido el mito del progreso y no nos atrevamos a mirar a los ojos a nuestra situación real, seguiremos sin darnos cuenta de que lo que necesitamos son transformaciones éticas y políticas profundas, no más tecnologías. Y cuanto más alto nos lleve nuestra levitación mesiánica, más dura será nuestra caída.
— Técnica y tecnología por Adrián Almazán (Página 131)