Una decepción
Nat, la protagonista, se muda a una aldea en la que se enrolla de una forma muy poco convencional con un personaje muy poco comunicativo pero con un pasado.
He acabado clasificando esto como “novela de fantasía pero en un escenario realista”. No hay quien se crea nada, especialmente las reacciones de la protagonista, ese sujeto paciente que se deja atropellar mientras toma siempre la peor decisión posible. Parece una de esas películas malas en las que no hay forma de explicarse por qué actúan así los personajes, que saltan de escena en escena.
Por si eso fuera poco, la escritura es torpe, llena de frases grandilocuentes (la que cierra la novela es particularmente atroz), adjetivos que no pegan ni con cola, un narrador omnisciente que no consigue justificar nada. Creo que no la recomiendo ni para encender la chimenea.