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Taniguchi escribe desde un punto de vista adulto que suele incluir reflexiones sobre el duelo, el fracaso, y las relaciones familiares. Aquí lo hace desde el punto de vista de dueños de mascotas. Esto es una reedición de "Tierra de Sueños" con un cuento extra acerca de una niña y su perro en la Segunda Guerra Mundial; los cuatro primeros son sobre una familia que convive primero con un perro y luego con una gata. No apto si no puedes ver sufrir a animales.

Un ensayo muy entretenido de leer sin ser demasiado superficial, ameno, bastante bien escrito y con un buen desarrollo de cada idea. Se lee como una colección de artículos, cada capítulo es casi independiente (la infancia, los problemas de las mujeres trans, uniformes deportivos sexistas...). Que un ensayo tengo un contenido correcto es lo menos que se espera, pero me ha sorprendido agradablemente el tono periodístico y la rigurosidad.

No sé si me ha pillado en mal momento, o si ha sido mala idea leer dos historias de amor seguidas. Uno de esos libros en los que "no pasa casi nada", casi prosa poética, con largas reflexiones, descripciones, y ocasionalmente flashbacks. Una poetisa que aprovecha un acontecimiento traumático para plasmar sus sentimientos sin métrica. Muy bueno si quieres adentrarte en una meditación sobre la idea del amor, mala idea si quieres biografía o novela.

A ver, no es un libro que te compres por las recetas de cocina, pero los chistes sobre que no son muy cocinables... son graciosos porque son verdad. El humor no está en su mejor momento. Solo para quienes quieran la colección completa y para fans de Nanny Ogg.

Cada capítulo de este libro tiene una estructura similar. "Cuando nació mi hija, planeé darle de comer /acostarla/hacerle las trenzas de La Manera Correcta, que es la de los estadounidenses de clase media, y descubrí leyendo o viajando que oh, sorpresa, no toda la humanidad lo hace igual". Es un libro muy de su momento, de ese subgénero que mezcla el ensayo con la autoayuda con la autobiografía (parece que una mujer no puede opinar sobre nada sin mezclarlo con una confesión). La segunda mitad se me hizo aburridísima. Evitable.

Apenas entra en detalles sobre los asesinatos. Funciona muy bien como introducción a la vida de la clase obrera del S XIX, y lo terrorífico no son tanto los crímenes sino ver que todo el mundo, pero sobre todo las mujeres, estaban a un golpe de mala suerte de la ruina.