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Este libro tenía que romper mi bloqueo lector y así ha sido. Pensaba que me costaría volver a entrar, pero no. Tiene bastante más política que el anterior, y eso es bueno porque ayuda a contextualizar, y las escenas de acción son pocas, pero brutales, me meten en la historia como ningún otro libro cercano lo han hecho. Si tuviera que hacer un cierto símil para que se entienda cómo lo he sentido, me recuerda mucho a la película Drive, de 2011, perturbadora pero brillante. Eso sí, quiero debatir ciertas cosas con mi experta en gafas moradas, porque hay algunas cosas que me chirrían un poco por clasistas. Pero, en conjunto, diría que me ha gustado aún más que el primero, y ya es decir.

No me ha convencido. La premisa me parecía divertida, mezclar matemáticas con el oeste, y ver que la publicidad lo marcaba como un weird western, junto con la maravillosa cubierta que tiene el libro de triggernometry, hizo que me decidiera a comprarlo. Lo de weird no termino de verlo, pero es que al final la historia es demasiado típica de las películas que podíamos ver los mediodías en cualquier canal de televisión, así que, cuando terminé el libro, pensé: ¿qué hago leyendo una historia de vaqueros si casi no me gusta ninguna película de vaqueros? Como siempre digo, puede que el problema de entrar en el libro sea mío, no porque no sea bueno.

Qué maravilla de libro. Espero que algún día tenga el reconocimiento que merece y no haya que nombrar a Octavio Paz, Juan Rulfo o Gabriel García Márquez para darle contexto. Este libro puede con los tres.