Reseñas y comentarios

Rafa Poverello

Rafa_Poverello@lectura.social

Unido hace 1 año, 9 meses

Leo de todo, desde chico, gracias a mi mami maestra que me enseñó que los libros son como un viaje sorpresa a no sabes bien dónde, pero que siempre, o casi siempre, es un disfrute. Mi hermano me odiaba, porque yo encendía la luz del dormitorio bien temprano y se chivaba diciendo que no le dejaba dormir.

Ahora escribo, lo que no quiere decir que sea escritor, y lo hago porque disfruto más aún que cuando leo.

En el #fediverso me podéis encontrar como rafapoverello@hispagatos.space

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J.M. Coetzee: Vida y época de Michael K (Hardcover, Literatura Random House, Random House) 4 estrellas

Publicada en 1983, ganadora del Premio Broker, como en toda la obra de este gran …

No ceder

Sin valoración

Dicen por ahí, cual leyenda urbana sobre Murakami que en realidad siempre escribe el mismo libro, algo que no puedo corroborar porque apenas he leído una obra del japonés. A lo mejor, más allá del repelús que pueda o no ocasionar determinado estilo, es un tema cultural, pues idéntico runrún rodea la obra del director coreano Hong-Sang-Soo, del que sí he podido gozar -al principio con determinado esfuerzo- varios de sus filmes. El caso es que acusar a quienes escriben o hacen arte de repetirse quizá sea dejarse llevar por la desconsideración hacia la propia naturaleza humana; yo mismo, cada vez que abro la boca para compartir con flema mis ansias y preocupaciones pudiera parecerle al resto que he comido una cabeza de ajos.

No puedo referirme al respecto al susodicho Murakami, pero sí a Dostoievski, Faulkner, K. Dick, Chandler, Thompson, McCarthy... cuyas fobias, neuras y obsesiones aparecen de manera …

Irène Némirovsky: Suite Francesa (Paperback, Spanish language, 2006, Salamandra) 4 estrellas

El descubrimiento de un manuscrito perdido de Irène Némirovsky causó una auténtica conmoción en el …

Más allá de lo terrible de que Nemirovsky muriera de tifus tras ser deportada a Auschwitz, fue una verdadera tragedia para la literatura que solo pudiera terminar dos de las cinco partes en las que ideó esta maravillosa novela, de las que solo pudo dejar anotaciones y apuntes. Hubiera sido un testimonio demoledor e imprescindible.