Reseñas y comentarios

He rescatado de algún agujero librero esta joya de las viñetas "alemánicas". Me fascina que alguien lo llegase a editar en España una vez... y nunca más. Una selección de historias en 4 cuadros que recogen las vidas de personajes adorables: Bruja, Muerte, Bob, Bob, Robot... Se hace corto, pero por suerte esta gente saca una tira a la semana desde hace infinito por las redes. No se agotan. A mí me saca de algunos pozos. Cumple ampliamente su cometido.

Después de comerme varias discusiones sobre gestación por sustitución (en las que es muy difícil complejizar el debate ante posturas muy extremas), libros como el de June se convierten en herramientas poderosisimas para no destrozarnos entre nosotras. ella apuesta por querer mirar más allá, por abordarlo desde diferentes vertientes (convertidas en capítulos) y por preguntar a especialistas y personas implicadas en procesos de gestación y adopción. A veces se convierte en un bombardeo de argumentario diverso, pero si se tiene la oportunidad de leerlo con calma, planteará muchos cuestionamientos (no sólo en lo relacionado con la gestación). Tengo debilidad por las periodistas feministas, pero es que lo están haciendo bien.

No soy muy de leer diarios íntimos de escritoras, ni género epistolar, pero con Begoña Méndez estoy entrando a todo (y disfrutándolo bastante). Vuelve a generar unas imágenes bellísimas de lo que otras escribieron antes (aunque tuviera que ver con sus anhelos de morir). No es explícita pero irradia ese tipo de feminismo que supone mirar a las otras alos ojos, entender sus opresiones y abrazarlas. Un libro muy chiquito, muy de habitar un bolsillo.

Me tocó leerlo de urgencia porque venía la autora y reconozco que el andaluz se me atragantó en los primeros minutos. Pero después de un ratillo de intentar entende los códigos y de saber que es imposible saber todo en esta vida, ha sido una lectura fascinante. Pequeñas grandes historias de la ruralidad o del exilio andaluz en las ciudades. Diferentes generaciones intentando comprender(se) y muchas historias protagonizadas por mujeres bastante cansaditas de ser víctimas. Una maravilla, vamos. Y salpimentado del humor tan particular de la autora, los relatos explotan en el pecho.

En cuanto saqué la novela de una caja supe que necesitaba leerla. En el momento en el que se está hablando de Groenlandia como una moneda de cambio, como un territorio a explotar, sentí que quería saber más. Y hablar de la muerte y del suicidio es realmente llegar al sentir profundo de una sociedad. O a su silencio más atronador. Creo que la autora lo hace muy bien, que describe los paisajes con los que conviven en Groenlandia y a los que aún se están adaptando, pero también el racismo, la homofobia y el poco amparo social e institucional para quien sufre. Estar más al norte no es garantía de nada. Me ha gustado bastante, sobre todo la estructura y el intento de entender los procesos personales de quien llega a suicidarse.

Esto que ha hecho cristina es diferente a todas esas distopías que nos bloquean, que nos saturan. Esta duele muchísimo y nos ha obligado a mí y a las amigas con las que lo estaba leyendo, a parar, a sopesar el dolor, a respirar. Decidimos dejar de buscar en las hemerotecas las referencias reales que utiliza la autora porque esas certezas convertían en demasiado real una novela. Cristina Fallarás ha mirado al mundo, nos ha soltado una advertencia en forma de ficción, nos ha dejado un poco solas en qué camino es es bueno, pero muy acompañadas para ver los peligros. No es amable. No es divertida (como he leído por ahí). Pero es estremecedora y muy necesaria.

Ya me habían advertido. Un tremendo viaje que se lee mientras te ahogas en los pensamientos de la protagonista. Es turbio, es escatológico pero es hipnótico, a ratos divertido a pesar de estar jugando permanentemente con lo "políticamente incorrecto". Me gustan mucho los personajes construidos con una voz interior totalmente diferente a la exterior. Al gobierno argentino no le gustará por muchas cosas, empezando por reflejar a personas con diversidad funcional como seres pensantes y sintientes.