Yo no quiero que desaparezcas, Begoña
5 estrellas
Es probablemente el primer libro de mi vida que, al terminarlo, he decidido conscientemente leer en bucle hasta que se deshaga en mis manos. La autora explora en este ensayo su cuerpo (y los nuestros) a través de un ejercicio grandioso de autocienciaficción, poniendo voz o desmenuzando personajes (algunos increíbles, por favor esa reinterpretación de la película "La cosa" con su feminidad penetradora, su amor parasitario...) para intentar hurgar en su propia identidad. El hambre, el dolor, el placer, los rostros que desaparecen, las monstruosidades... El Cristo oscuro de María Magdalena, las pieles que mudan, la Shell que explota y es el hogar de todas... Y la cantidad de referencias de la mitología, la ciencia ficción, la poesía, la filosofía que te empuja a visitar. Todo ello ha provocado un amor más profundo por mi propio cuerpo, a pesar del dolor, a pesar del hambre. Y un amor indescriptible por la escritura de Begoña Méndez. Ya le ha llegado que tiene una "ultrafan" en Cantabria. Y aunque ella desee desaparecer, es lo que menos deseo yo.