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La lectura de La lluvia amarilla en ha sido conmovedora no sólo por la prosa de Llamazares, también por la enorme suerte que ha sido leerlo junto a vosotres este mes. Gracias por sumaros a una bastante multitudinaria cita lectora, para lo que es nuestro aforo habitual, es siempre generoso por vuestra parte compartir así, y muy enriquecedor para todes. Y a aquellos que faltáis, os leeremos con las mismas ganas. En este club de lectura nunca nadie llega tarde.🫶

Bueno, llego unos minutos tarde pero aquí os dejo el último post de dinamización de 'La lluvia amarilla', con pintura de Laura Footes (toda su obra le viene genial a la novela). En este último tramo se puede comentar todo y nada, porque es cierto que la narración parece volver un poco sobre sus pasos. Supongo que lo más interesante es compartir el poso que estoy segura de que historia ha dejado en nosotros. Nos leemos, gracias por estar ahí una lectura más

Sigo a mi ritmo comentando los siguientes capítulos de la lluvia amarilla en 🐌 menuda sorpresa amics. Si los cinco anteriores tenían un tinte de terror en la forma en que Llamazares construía la atmósfera, estos entran como una tromba en el terreno de lo fantástico, convirtiendo la novela en un relato sobre fantasmas. Algunas escenas han llegado a darme miedo de verdad 🙈

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Por último, todos los acompañantes, todos los vecinos desaparecidos, su madre, arropandole en su soledad, te hacen transitar del terror a la ternura. Abre una puerta maravillosa en el tiempo y el espacio a entender los mismos de una manera no lineal. Me ha hecho pensar en una columna de María Sánchez que me encanta y que os dejo aquí enlazada https://maria-sanchez.es/escoltar-os-mortos

aprovecho la medianoche para compartir mis pareceres sobre esta segunda fase de La lluvia amarilla. Me reafirmo en lo de que es un libro gótico, romántico, como pocos he leído. El paisaje y el clima construyen un estado psíquico en el personaje que nos llevan a un terror sublime, no típico, un terror por lo desconocido tras el que subyace una voluntad de trascenderlo y abrazar todo aquello que produce ese miedo. Sabina flotando tras la ventana. Pelos de punta, la verdad.

Gracias a las personas que en cuentan experiencias personales relacionadas con el tema del libro de Llamazares. Es un privilegio leeros desde la conciencia urbanita (he vivido en un pueblo, pero era/es grande). Me acerco a La lluvia amarilla para dejarme empapar por experiencias no vividas y que me quedan lejos. Sólo las he visto de reojo durante las rutas de montaña que he hecho en Tenerife durante estos años: los caseríos y casas aisladas son comunes (+)

Vengo por aquí para agradecer los comentarios de la primera semana en y recomendar a quienes seguis la charla que no os perdáis de verdad las aportaciones de @editora y @Senta16 que suman una dimensión muy real y poetica al texto. Me han dado muchas ganas de seguir. Todo me ha recordado mucho al ultimo episodio de El Bosque Habitado, que habla de ecoaldeas y repoblamiento y me ha hecho reflexionar mucho sobre todo esto. Os dejo el enlace.
https://open.spotify.com/episode/6Q8qn4m4RDaQh71zk85Sji?si=CIy-5IqtQeS0i4n6_xQ3dA

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@albacor Cada año que pasa es más difícil distinguir esa casa, pero estoy orgullosa de que cuando subimos allí, a Peñalcázar, aún la encuentro y la puedo señalar, ya sin rastro de interruptores ni casi nada que la distinga de la ruina anterior, y también soy yo la que ahora puede señalar un recuadro de tierra vacío y decir «mira, aquí estaba el cementerio, yo llegué a ver cruces de hierro, ya no queda nada»

respondió al estado de albacor

@albacor Gracias por mezclar churras con merinas porque pedazo de artículo que se ha marcado María Nicolau y si no es por tus reflexiones en me lo pierdo.

Sobre «La lluvia amarilla»... ay, me debato entre si releerlo o no. Porque fue uno de esos libros que leí hace ¿30 años? Y, ay, ojalá fuera para mí, como para ti, mi primera lectura ahora, con todo lo aprendido y vivido y leído hasta hoy. Porque tendría yo 15 años cuando lo leí y cómo cambiaría esa lectura ahora.

La relectura de La lluvia amarilla para está de fondo en muchos de mis pensamientos estos días. Recuerdo la angustia que sentí la primera vez que lo leí, los toques de terror y la desolación de esa soledad, y me interesa como esas sensaciones cobran capas nuevas tras todos los años que hace de esa primera lectura.
Hay una pena al pasar páginas que pesa, que cae como la nieve y se asienta y es difícil quitársela de encima.