M.Duritz reseñó La campana de cristal de Sylvia Plath
Sí pero no pero sí
4 estrellas
A ver: entiendo porqué es un clásico y no puedo decir que no haya disfrutado de la lectura. Pero me la ha enturbiado el hecho de que la protagonista me ha parecido insufrible. Por otra parte, sé que está muymuyMUY basado en la vida de la propia Silvia Plath y creo que parte de la insufribilidad del personaje de Esther se debe a lo realista que es el discurso interno, y eso me parece una virtud. De hecho, las escenas me parecen tan originales que me lo creo si me dicen que todo pasó exactamente así. Otro pero: la nula transición entre escenas me ha sacado de la historia muchísimo. Sin embargo la continuidad del mensaje, desde spoiler la electocución de los Rosenberg hasta la terapia de electroshocks fin del spoiler, y la claridad de las causas->consecuencias de su derrumbe es perfecta. Y así podría seguir y seguir. En …
A ver: entiendo porqué es un clásico y no puedo decir que no haya disfrutado de la lectura. Pero me la ha enturbiado el hecho de que la protagonista me ha parecido insufrible. Por otra parte, sé que está muymuyMUY basado en la vida de la propia Silvia Plath y creo que parte de la insufribilidad del personaje de Esther se debe a lo realista que es el discurso interno, y eso me parece una virtud. De hecho, las escenas me parecen tan originales que me lo creo si me dicen que todo pasó exactamente así. Otro pero: la nula transición entre escenas me ha sacado de la historia muchísimo. Sin embargo la continuidad del mensaje, desde spoiler la electocución de los Rosenberg hasta la terapia de electroshocks fin del spoiler, y la claridad de las causas->consecuencias de su derrumbe es perfecta. Y así podría seguir y seguir. En fin, que está muy bien. pd: cabe decir que no me ha parecido tan deprimente como prometía, y mira que es crudo, pero lo de volverse loca con 19 años me es tan familiar y al mismo tiempo me resulta ya tan lejano que es como si la crudeza sucediera en otro plano desde el que puedo contemplarla tranquilamente