Meh
2 estrellas
Tiene gracia y se lee fácilmente pero es la versión intelectual de Sexo en Nueva York. Está escrito desde el punto de vista de la pija neoyorquina que vive en pisos de 8 dormitorios y describe Nueva York como su pueblo. Mezcla alguna reflexión más profunda con comentarios propios de una mesa de café en la que el papel pintado del salón, o la receta de un chef amigo es de importancia suprema.