Advertencia de contenido No hay que ser clasista, sino pacifista como el rey
Okroshka, la rusa, siempre lleva una ropa carísima, cualquiera de las prendas que lleva cuesta un riñón de la cara.
De todos modos, no hay que ser clasista porque son buena gente. El hecho de que ganes muchísimo dinero traficando con armas, dando trabajo a niños en el tercer mundo o construyendo mercados negros no significa que seas mala persona.
Padre, por ejemplo, es muy amigo de muchas bellísimas personas que se han hecho ricas fabricando armas. Son gente muy pacifista porque, en cuanto están hechos todos los rifles, misiles o minas antipersonales, lo primero que hacen es quitárselas de encima y venderlas.
— Leonor de Borbón: Los diarios de Gales por Kike García (55%)