Una cosa que me encanta de ser aficionado a los cómics es que por mucho que leas siempre te quedan cosas por descubrir. Como fan que soy de la línea clara, y especialmente de Tintín, Blake y Mortimer eran una asignatura pendiente casi imperdonable. En la última feria del libro decidí ponerle remedio con la excusa de un nuevo tomo que aunque ya no es de Jacobs creo que es una buena manera de entrar en faena. Y con todo mi bagaje tintinófilo el aterrizaje en estas historias es muy fácil. El mismo espíritu de aventura inocente de la línea clara trasladado a un trasfondo de espionaje. Lo único malo que puedo decir es que ahora me veo obligado a irme comprando el resto de la saga…