Manuel Monroy Correa reseñó Musashi de Eiji Yoshikawa
Ideologías aparte
3 estrellas
Musashi (Paperback, 1993, Kodansha) Sin valoración
Comencé a leer esta novela, como referente obligado del manga Vagabond de Takehiko Inohue. Detuve la lectura de éste para llegar a la historia por la novela. Yoshikawa hace un trabajo monumental en la ficción de la historia de Musashi, el primer samurái que respeta con gran honor el bushido, un código con el que se legitima la identidad japonesa desde la primera mitad del s. XX.
La historia es un clásico en el país nipón y puede verse de qué manera influye en el imaginario colectivo y estético del samurái tiempo después en el cine (con Kurosawa: la sangre, sobre todo) y en el anime (los largos monólogos y diálogos entre contrincantes). Hay que decir que la exaltación del mito del bushido fue una estrategia política en la que Yoshikawa estuvo envuelto, apoyada fuertemente por el gobierno y la milicia, de ahí su gran éxito en Japón (hasta un museo le hicieron al autor). Cabe decir que este autor formaba parte de un grupo de escritores que escaparon a la censura debido a su conformación con la ideología del gobierno japonés: la producción de una identidad «guerrera» y nacionalista, como si se tratara de algo netamente japonés y uniforme, de cepa medieval, pero al fin, ficticia. Esto terminó influyendo fuertemente en el mundo corporativo y laboral; en las escuelas; en la vida cotidiana, como ideología de la identidad de lo japonés. Pero esto tuvo consecuencias negativas, como los famosos suicidios de estudiantes que no aguantaban la presión de la «excelencia», por ejemplo.
La novela es lenta en ocasiones y hay que tener amor a la historia para no saltarse ciertos episodios, a veces, repetitivos. Destaca la austeridad del personaje y su cometido absolutista en alcanzar la esencia samurái, a pesar de no formar parte de ninguna escuela militar. El personaje va de una juventud descarriada, a ser paria y finalmente, a samurái reconocido a pesar de ser autodidacta. Los valores como la autodisciplina, el esfuerzo personal a pesar de cualquier adversidad, el cometido teleológico incansable construyen al personaje.