Manuel Monroy Correa terminó de leer Guía de Perplejos de Maimónides
Una obra fundamental, sin duda, en la historia del judaísmo y que aún resuena sus ecos hermenéuticos entre las comunidades jaredí. Este acercamiento temprano y lúcido entre Grecia e Israel; razón y devoción religiosa, se yergue como un pilar al que es forzoso remitirse a la hora de preguntarse interpretativamente sobre las Escrituras.
Maimónides ha querido reconciliar las doctrinas filosóficas griegas con el judaísmo sin faltar a ninguno desde la razón. Condenada en su tiempo y ahora venerada, la Guía de perplejos sigue iluminando. Es de llamar la atención que Maimónides utiliza herramientas filológicas también para acercarse a los pasajes oscuros y cuya tradición interpretativa mantenía en la isla de las revelaciones exclusivas, tales como los de la Merkabá (por lo cual, muy posiblemente, algunos desean aducir a un supuesto acercamiento cabalístico del autor). Anti-mítico, no es casualidad que Daniel Boyarin considere al rabino y médico sefaradí como el primer crítico del midrásh, abiertamente opuesto a éste, degradándolo a un nivel de interpretación rudimentario (por supuesto, esta subvaloración cobró un precio alto que se siente aún).
Hay que agregar, finalmente, que como tal, es una de las grandes obras de la cultura occidental por muchas razones, entre las cuales destaca el nivel de su reflexión (en México, pertenece a la colección "Cien del Mundo" que publicara Conaculta hace varios años atrás).