Manuel Monroy Correa terminó de leer La tempestad de William Shakespeare
Una maravilla de texto, con alusiones a la providencia de la magia usada «para bien» y sin ninguna alusión a referencias cristianas, lo cual coloca el paganismo a los pies del lector y del entonces público del teatro callejero de Shakespeare (algo que, curiosamente, se colocaba al margen de la manera en que la magia se consideraba en el Renacimiento por científicos y magos de la época). Los personajes -propios de las tragedias del autor- y el momento en que Prospero cambia su actitud frente a ellos, sobre todo, frente a su hermano, remite, por qué no, a otro mago veterotestamentario (José, que perdona la traición de sus hermanos).
Al terminar de leerla, seguí con Prospero's Books de Peter Greenaway.