Un libro de esos de lo amas o lo odias y, en mi caso, me lo he tomado como la carta de presentación de Sittenfield que se supone que es y lo he amado. Sittenfield sabe escribir y madre, no deja títere con cabeza. Sabe escribir sobre la ansiedad social, la experiencia adolescente, odiarse a uno mismo, el clasismo y racismo a un nivel tan sutil que podrías pensar que no existe (pero lo hace) y muchos otros temas que, por parecer banales y costumbristas, son tan difíciles de presentar bien.

Hay momentos que no acaba de dar puntada y se hace demasiado largo pero, aparte de eso, muy recomendable. Eso sí, después de haberme leído Romantic Comedy y ver los parecidos entre las protagonistas, empiezo a sufrir por cómo será la autora...