Marx siempre presente.
4 estrellas
Empezando por lo menos bueno, tiene ciertas partes, sobre todo el capítulo 4 y 5, para mí demasiado técnicas, y a lo mejor centrado en ciertas cuestiones científicas que hoy en día ya están más claras o estudiadas. No están mal pero no aportan tanto como otras partes de este ensayo. Reconozco que cuando alguien defiende a Marx, la verdad es que algo ganado ya me tiene. También tengo que decir que criticar a Marx porque a lo mejor no estudió o no fue todo lo ecologista que hoy en día se considera necesario, como mínimo lo criticaría de presentismo. No voy a negar que siendo yo comunista, pues dejémoslo en que el tipo este de barba me cae bien, pero precisamente porque tengo ideología, materialismo dialéctico etc, no creo que todo lo que escribió Karl sea dogma, creo que es pura maravilla intelectual con la que aprender, debatir, discrepar... Y por supuesto, un hombre que vivió en el XIX, y que estudió y escribió mucho pero que como es evidente no tuvo varias vidas para hacer todo lo que le hubiera gustado, pues no voy a negar que seguramente lagunas hay en sus escritos, solo jodería. Dicho lo cual, y centrándome en este ensayo, que merece la pena, tiene bastantes páginas a gran altura que enlaza las enseñanzas de Marx con la realidad del capitalismo, que sin ser novedad, si creo que aportan frescura y buenas dosis de argumentos para seguir aprendiendo, y por supuesto discrepando. Simplemente dejar por aquí unas líneas de este ensayo para aquellos que creen en eso llamado capitalismo verde: "...Marx reconoce que la dominación del capital puede perdurar en la medida que es posible su valorización, incluso si una gran parte de la Tierra se vuelve inadecuada para la vida humana". Nada mejor que terminas con las últimas palabras que se pueden leer: ¡Marx, vive! Nota: 7/10.