Leo de todo, desde chico, gracias a mi mami maestra que me enseñó que los libros son como un viaje sorpresa a no sabes bien dónde, pero que siempre, o casi siempre, es un disfrute. Mi hermano me odiaba, porque yo encendía la luz del dormitorio bien temprano y se chivaba diciendo que no le dejaba dormir.
Ahora escribo, lo que no quiere decir que sea escritor, y lo hago porque disfruto más aún que cuando leo.
En el #fediverso me podéis encontrar como rafapoverello@hispagatos.space
@SrMoshuelo Huelga decir que no he podido dejar de acordarme de Virginie Despentes y de su libro Teoría King Kong, donde se definía a sí misma como "demasiado agresiva, demasiado ruidosa, demasiado gorda, demasiado áspera, demasiado peluda, siempre demasiado masculina".
La rockstar literaria Mariana Enriquez es nuestra «Editora por un Libro» en 2024, y nos …
Sé que cuando vea una película voy a llorar. Hollywood destruyó la ilusión de mi infancia, siempre los malos de las películas morían o quedaban tullidos, ninguno se salvaba de su cruel destino. Cuando vi morir a King Kong supe que era a mí a quien la industria estaba matando. No se puede ser tan grande, tan peluda y vivir en el centro de la ciudad.
Uno de esos libros que completan la realidad interesada y sesgada que nos aprieta la sisa. Como veis, además, no está exento de guasa veteando el dolor y el sufrir, que de eso también hay tela.
III Encuentro LAT-Casa de América. 22, 23 y 24 de octubre. Abierto al público desde las 17:30h. Participan 24 editoriales independientes de España, una veintena de autores: lecturas, mesas redondas, entrevistas en público, homenajes a maestros de la literatura latinoamericana, venta de libros. #leer#libros#literatura#Latinoamerica
Tras el éxito obtenido con «El corazón es un cazador solitario» a la temprana edad …
Vidas tristes
Sin valoración
McCullers escribe muy bien, rematadamente bien, porque escribir no solo consiste en hacerlo bonito, en saber cómo y en qué orden juntar las palabras, los adjetivos. Escribir de verdad es saber transmitir el malestar, la pena, la constricción, la tragedia íntima... McCullers escribe sobre vidas tristes, no es baladí que uno de sus relatos más conocidos y afamados se llame precisamente Balada del café triste. Y escribe sobre vidas tristes que no han buscado serlo, tan solo les ha tocado. Por lo victoriana (y abstrusa) que suele ser la norma, la solidez moral, aunque acabe condenando a más de medio mundo a galeras.
McCullers no siempre es dadivosa a la hora de generar esperanza, pero es ducha en otra cosa que se le parece mucho, y es más compleja: crear conciencia.
En fin, Reflejos en un ojo dorado no es mejor ni más completa que El corazón es un cazador …
McCullers escribe muy bien, rematadamente bien, porque escribir no solo consiste en hacerlo bonito, en saber cómo y en qué orden juntar las palabras, los adjetivos. Escribir de verdad es saber transmitir el malestar, la pena, la constricción, la tragedia íntima... McCullers escribe sobre vidas tristes, no es baladí que uno de sus relatos más conocidos y afamados se llame precisamente Balada del café triste. Y escribe sobre vidas tristes que no han buscado serlo, tan solo les ha tocado. Por lo victoriana (y abstrusa) que suele ser la norma, la solidez moral, aunque acabe condenando a más de medio mundo a galeras.
McCullers no siempre es dadivosa a la hora de generar esperanza, pero es ducha en otra cosa que se le parece mucho, y es más compleja: crear conciencia.
En fin, Reflejos en un ojo dorado no es mejor ni más completa que El corazón es un cazador solitario, pero a mí me da igual, porque los libros no emocionan tanto por la perfección como porque son capaces de traspasarla.
Bonus: hay una película francesa de 1999, metódica y difícil de ver, llamada Buen trabajo. Tampoco es casualidad que esté dirigida por una mujer, Claire Denis, del mismo modo que Reflejos en un ojo dorado está escrita por otra. Me vino la asociación, con sencilla evidencia. Por el dolor, por lo reprimido, por el odio desenfocado de no ser capaz de afrontar aquello que somos desde lo profundo. Majas estas dos mujeres, como muchas otras que casi nadie lee ni ve.