Patricia_Millan comentó acerca de La puerta de las estrellas de Ingvild H. Rishøi
ngvild H. Rishoi no oculta sus referencias en La puerta de las estrellas. Su historia está basada en el clásico cuento de Hans Christian Andersen La pequeña cerillera. Es esta una historia que no ha gozado de tanto predicamento en nuestras latitudes como La sirenita, Pulgarcita o El patito feo, tal vez debido a que las temperaturas no acompañaban tanto a este cuento de 1845 que, sin embargo, sí es bien conocido en otras zonas como Oslo, ciudad natal de Rishoi. Tal vez la razón por la que el cuento de Hans Christian Andersen no ha soportado bien los vaivenes del tiempo sea que negamos a nuestros infantes la realidad del dolor hasta sus últimas consecuencias: la asunción de que, aunque no sea en propia piel, existe y es una constante. El autor danés quería, precisamente, poner en evidencia la vulnerabilidad de algunos, la forma en la que se ven sometidos a la miseria, el hambre, el dolor, sin que nadie les preste atención, sino que nadie se moleste en gritar auxilio. Apelaba, como lo hace Rishoi, a la ausencia de la compasión, a la necesidad de la misma y a que, en el fondo, no es tan difícil, en ocasiones, ser un contrapunto a lo que sucede de puertas hacia adentro. En La puerta a las estrellas no faltan momentos llenos de dulzura, almas atentas, preocupadas, que generan la inmediata empatía del lector que busca en ellos la solución a un problema que ve crecer a marchas forzadas sin poder hacer más que ser testigo de la caída en el reino de la fantasía de una niña pequeña.