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Angelika Schrobsdorff: Tú no eres como otras madres (Spanish language, 2016) Sin valoración

Ahora, pues, estaba bien apoltronado en su sillón, pero parecía haberse vuelto sensato. Ciertamente, Alemania se había convertido en una dictadura con un único partido, el NSDAP, y se habían promulgado algunos decretos nada halagueños, como el de que los funcionarios no arios, salvo los excombatientes de la guerra, tenían que pasar a la «jubilación», o que se limitaba el acceso a escuelas y universidades de personas no arias, o que a los «indeseables» se les podía retirar la nacionalidad alemana. Pero no se habían producido nuevos disturbios, y la mayoría de los quinientos mil judíos residentes en el Tercer Reich no veía ningún motivo apremiante para abandonar Alemania. […] El estilo de vida de Else no había cambiado. Se divertía y vivía al día con sus amigos, y el tema Adolf Hitler sólo se mencionaba, si acaso, entre bromas, quitándole importancia o manifestando asco. No se les podía pedir que tomaran en serio a aquel fantoche, con sus arengas gritonas y sincopadas, su manía aria y sus programas de futuro pasados de rosca. ¿Dónde estaban, al fin y al cabo? ¡En Alemania, sin duda, país civilizado y amante de la cultura donde los hubiera! Sólo Ilse Hirsch, amiga íntima de Else, miembro de una asociación sionista desde hacía años e influenciada por advertencias y llamamientos, sostenía con firmeza que era hora de abandonar Alemania y de emigrar a Palestina. Else se reía. Que eso era agua para el molino de los sionistas, decía: hacer cundir el pánico para que Palestina se llenara de judíos. Y justo ella, Ilse, que tenía los pies en la tierra, se dejaba meter aquellos pájaros en la cabeza. Que ya estaba bien. Que Alemania era su país y Berlín, su ciudad.

Tú no eres como otras madres por  (Página 233 - 234)

Qué puñetera impotencia. ¡Corred, insensatos! ¡Luchad antes de que sea tarde!