Buf, madre mía, madre mía. El volumen recoge dos obras fruto de viajes y entrevistas de Igort a Rusia, Ucrania y Siberia. LA primera de la obras se centra en Ucrania y en los recuerdos de personas que vivieron el terrible holodomor de Stalin. Por si no se le quedara mal cuerpo a uno, tras esta primera obra viene la dedicada a la actuación de Rusia en la guerra chechena siguiendo el rastro de las investigaciones realizadas por Anna Politkovskaya. La enumeración de horrores y atrocidades es espeluznante. Centrándonos solo en lo estilístico, el segundo libro me ha parecido bastante superior en cuanto a ritmo narrativo y aspecto gráfico. Aunque, ciertamente, esto no es lo más importante de esta obra. En definitiva, una obra necesaria e incómoda, muy necesaria para entender el contexto internacional, pero no apta para leer cuando uno anda de bajón.