Reconozco que mi problema con esta obra ha sido de expectativas. La elegí esperando un ensayo al estilo de Bajotierra, centrado esta vez en cosas que alguna vez existieron y que han quedado perdidas. Sin embargo, no es un ensayo al uso, sino una colección de textos inclasificables a medio camino entre la ficción y la no ficción, entre el ensayo y la filigrana literaria, entre la autobiografía ficticia y la crónica histórica. Desde luego, patina a veces cuando se mete en temas científicos, pero es probable que ni siquiera pretenda ser rigurosa ni ir más allá del ejercicio literario. No me ha llegado a enganchar, pero estoy segura de que el problema es mío.