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Unido hace 2 años, 3 meses

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Los libros de Aphra Behn

Para leer (Ver los 10)

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Connie Willis: El Libro del Dia del Juicio Final (Hardcover, Spanish language, 1999, Ediciones B) 4 estrellas

Una historiadora de Oxford viaja temporalmente (en los dos sentidos) a la Edad Media a investigar in situ disfrazada de señora de la época. Paralelamente, una epidemia se desata en Oxford, complicando su retorno.

Lo mejor de la novela, aparte de que pese a ser un tocho de 700 páginas entra como pipas, es la humanidad de los personajes en los dos entornos, el futurista y el medieval. Niñes pseudohuérfanos que asumen responsdabilidades de adulto, gente que sacrificaría su último aliento por su fe en lo que es correcto, burócratas que básicamente existen para poner a prueba la paciencia humana, meapilas incapaces de encontrar consuelo en su fe, salvo para amargarle la vida al prójimo. Como nota luminosa en medio del desastre, la enorme diferencia entre una catástrofe vivida a solas y otra en la que al menos te toman la mano mientras deliras.

Y campanas. Muchas campanas.

Connie Willis: El Libro del Dia del Juicio Final (Hardcover, Spanish language, 1999, Ediciones B) 4 estrellas

Les medievales también son persianas.

4 estrellas

Una historiadora de Oxford viaja temporalmente (en los dos sentidos) a la Edad Media a investigar in situ disfrazada de señora de la época. Paralelamente, una epidemia se desata en el campus, complicando su retorno.

Lo mejor de la novela, aparte de que pese a ser un tocho de 700 páginas entra como pipas, es la humanidad de los personajes en los dos entornos, el futurista y el medieval. Niñes pseudohuérfanos que asumen responsdabilidades de adulto, gente que sacrificaría su último aliento por su fe en lo que es correcto, burócratas que básicamente existen para poner a prueba la paciencia humana, meapilas incapaces de encontrar consuelo en su fe, salvo para amargarle la vida al prójimo. Como nota luminosa en medio del desastre, la enorme diferencia entre una catástrofe vivida a solas y otra en la que al menos te toman la mano mientras deliras.

Y campanas. Muchas campanas.