El Llibre de l'estiu

Este libro no es para nada lo que me esperaba. Eso no significa que no me haya gustado, de hecho, ha sido una buena lectura. Pero pensaba que iba a encontrarme una historia cálida, ligera y emotiva, y me he encontrado un libro costumbrista hecho de escenas autoconclusivas, contando cosas que les suceden a las protagonistas durante un verano frío (no por nada el paisaje es finlandés), que, más que emocionar, crean un ambiente que va dejando poso. Es curioso porque la relación entre las protas, abuela y nieta, no tiene un arco, no evoluciona ni pasa nada que tenga un impacto en esta y la cambie, sólo se muestra. ¿Lo bueno? Que son increíblemente humanas, en serio, parecen personas de carne y hueso y no artificios literarios. Las conversaciones entre ellas son geniales. Las dos cosas que más me han gustado del libro: el personaje de la abuela, alejadísimo de cualquier estereotipo de mujer mayor en ficción, que no te lo ves venir; y la forma en la que el paisaje lo permea todo y crea el ambiente. Además es tan distinto de los lugares que conozco que siento que me han llevado de viaje a un sitio nuevo y eso ha sido mágico.