Miguel Ocaña reseñó Cuentos de Anton Chekhov
Review of 'Cuentos' on 'Goodreads'
4 estrellas
Aunque hay relatos que me han gustado más y otros que menos, como antología es muy buena.
Puede llegar a hacerse pesada porque es muy extensa, pero entiendo la dificultad de la selección entre tantas obras.
A través de los temas y obsesiones sobre los que giran los relatos nos acerca a la sociedad rusa de la época, narrados con ese "estilo ruso" tan profundo, crítico y sentido que descubrí con Crimen y Castigo.
Los personajes a menudo suelen decir que sólo los rusos pueden tratar de temas tan elevados.
Una mayoría social muy pobre e inculta, machista y a merced de las enfermedades, el terrible clima y la religión.
No creo que el autor sea machista ni misógino sino que describe y critica una sociedad que es así, de hecho uno de los temas que suele tratar es la necesidad de las mujeres de la época de escapar a …
Aunque hay relatos que me han gustado más y otros que menos, como antología es muy buena.
Puede llegar a hacerse pesada porque es muy extensa, pero entiendo la dificultad de la selección entre tantas obras.
A través de los temas y obsesiones sobre los que giran los relatos nos acerca a la sociedad rusa de la época, narrados con ese "estilo ruso" tan profundo, crítico y sentido que descubrí con Crimen y Castigo.
Los personajes a menudo suelen decir que sólo los rusos pueden tratar de temas tan elevados.
Una mayoría social muy pobre e inculta, machista y a merced de las enfermedades, el terrible clima y la religión.
No creo que el autor sea machista ni misógino sino que describe y critica una sociedad que es así, de hecho uno de los temas que suele tratar es la necesidad de las mujeres de la época de escapar a ese tipo de vida a la que se ven obligadas. Lo veo como una crítica más, al igual que suele mostrar una sensibilidad ecológica.
La extensión de cada relato es muy diferente (desde un par de páginas hasta lo que podría ser una novela corta), pero en apenas unas palabras consigue describir personajes muy vivos y reales, tanto que según vas leyendo es como si saltaras alrededor de Rusia y te dejaran espiar durante unos minutos las vidas de personas desconocidas, y a través de ellas poco a poco fueras conociendo la sociedad entera.
Lo malo, hasta que te acostumbras, es que no suelen ser relatos con conclusión, y muchas veces tienes la sensación de que te dejan en lo mejor, de que ya les conoces pero no ha sucedido nada. Por suerte me acostumbré a disfrutar únicamente de esa creación de personajes.
Por último he aprendido un montón de palabras que nunca más me serán ajenas: samovar, versta, kopeck, isba, dacha, starosta, zemstvo...