Segundas partes pueden ser no buenas sino excelentes
5 estrellas
Me parecía prácticamente imposible que se pudiesen llegar a alcanzar los niveles del primer volumen pero estaba claramente equivocado. Parece como si Gaiman se hubiese librado del lastre de tener que presentar al personaje y a su universo y pudiese dejar volar libre su imaginación para crear una obra todavía más grande de lo que me podía imaginar. Disfruté especialmente la historia de Hod, una reflexión potentísima sobre la inmortalidad y la soledad. Y un fuerte abrazo al pobre traductor que consiguió solventar con bastante fortuna la papeleta de conseguir plasmar en español manteniendo un cierto sentido la maravillosa Cereal Convention.