Risa caústica y liberadora
5 estrellas
Me he encantado, por mordaz, por cashondo y por ese posos de tristeza que parece disimulado pero que está en el fondillo de esta historia. Una realidad caricaturizada y por ello mismo ampliada, reconocibles hasta el punto de que nos hace rasguños, nos interpela. Este libro es un espejo en el que nos veremos, unas más y otras menos, dibujados, una máquina de radiografiar la realidad; tiene, a pesar de su evidente tono humorístico, un toque de vivisección a vuelapluma, como quitándole importancia, pero que nos deja asombrados, atónitos ante la certeza que se nos pone por delante en estas páginas. No quiero dar la impresión equivocada, este libro es divertido, muy capaz de hacer que nos riamos con ganas, la semilla de crítica y de pena de la que hablo más arriba no pesa, está bien integrada con el todo y no hace más que darle empaque y altura …
Me he encantado, por mordaz, por cashondo y por ese posos de tristeza que parece disimulado pero que está en el fondillo de esta historia. Una realidad caricaturizada y por ello mismo ampliada, reconocibles hasta el punto de que nos hace rasguños, nos interpela. Este libro es un espejo en el que nos veremos, unas más y otras menos, dibujados, una máquina de radiografiar la realidad; tiene, a pesar de su evidente tono humorístico, un toque de vivisección a vuelapluma, como quitándole importancia, pero que nos deja asombrados, atónitos ante la certeza que se nos pone por delante en estas páginas. No quiero dar la impresión equivocada, este libro es divertido, muy capaz de hacer que nos riamos con ganas, la semilla de crítica y de pena de la que hablo más arriba no pesa, está bien integrada con el todo y no hace más que darle empaque y altura a lo que se nos ofrece. Me gustó mucho también como no deja títere sin cabeza, sus personajes son caricaturas, estereotipos encarnados de los que nos podemos burlar para aflojar un poco la presión ante la certeza de que hay gente así, de que quizás nosotros mismos seamos un poco así, así de estúpidos, engreídos y obnubilados. Seres repletos de realidad sin crítica, una sociedad pagada de sí misma, estuporosa, ajena a la estulticia que la corroe desde dentro, eso es a lo que se le pega en este libro que me ha parecido imprescindible.