No me enganchó tanto como sus otros libros, pero tengo que reconocer que sigue siendo bueno. Hubo algún momento en que me desenganché un poco de la lectura, pero a partir de cierto punto la cosa remonta. Lo que me gusta en general del autor es esa mezcla particular de terror, comedia (a veces hilarante) y crítica social presente de una forma u otra en cada uno de sus libros. La última parte de este, además, emociona.