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Queridos acompañantes de Hoy desbloqueamos el comentario de los 5 primeros capítulos de 'La lluvia amarilla', de Julio Llamazares. Cuando estéis preparados podéis volcar en la etiqueta vuestras impresiones. Yo ahora tengo que trabajar, lo haré después, pero os voy dejando unas preguntas de dinamización para ir entrando en calor. Deseando leeros!!❄️

@albacor

Contesto un poco a este post sacacorchos para participantes de

La voz narradora me ha colocado inmediatamente allí, en Ainielle, pero de una forma particular, sin apuntar solo al protagonista, desde el principio se percibe que lo que se nos expone está colmado de sentido, está abierto, habla de mucho más de lo que parece.

Con el ritmo me pasó algo parecido, en apariencia es lento, pero lo que es es calmado, se detiene para atender, qué joya eso hoy en día.

De la segunda cuestión no puedo más que decir un gran SÍ. El lenguaje, casi o sin el casi, poético nos hace ver el paisaje detrás del paisaje, de nuevo esa apertura de la que antes hablaba.

Me he sentido solo con el protagonista pero también se me ha ido el sentimiento hacia mi propia soledad, hacia cómo se hace patente en mi día …

@albacor

Sigo con las preguntas que planteas sobre los cinco primeros capítulos de la novela.

Hay una distancia que ya existía entre los personajes, como si sus relaciones ya estuvieran rotas o fueran muy distintas a la cercanía pegajosa que hoy entendemos es propia y normal en la cercanía con los otros.

Recio parece el amor que se profesan, distante, los personajes de esos parajes.

Hay también una fatalidad en como sienten y piensan. Y también una naturalidad en como se mezcla sentimiento y pensamiento, no se separa, aparece fusionado.

Por último, el pueblo abandonado que cada pueblo tiene cerca, en mi caso es Turruncún, en La Rioja, este se ve desde la misma carretera nacional que va a Arnedo y da lugar a muchas historias en el pueblo de origen de mi madre, Igea, la parte que me queda de pueblo en este cuerpo de moshuelo descastao.