Shevek reseñó El Mar de los Sueños de Belén Conde Durán
Un agradable descubrimiento
4 estrellas
Estamos ante una novela dentro del género fantástico que yo calificaría de "juvenil"; y no se tome esta definición como algo peyorativo, ya que no es nada indecoroso —hay novelas buenísimas bajo ese calificativo— y yo mismo las he buscado muchas veces. Pienso así, en primer lugar, por la edad de los tres personajes protagonistas y la mayor parte de secundarios, entre la adolescencia y la juventud. Luego, por la importancia que tienen las relaciones sentimentales entre ellos, a menudo en términos de "primer amor"; me ha recordado la época en que leía "Memorias de Idhun", de Laura Gallego :-) Y finalmente porque la trama es muy lineal, sin disgresiones temporales ni (casi) tampoco espaciales, y sin diverger en subtramas. Lo único que desmiente un poco su carácter juvenil es la descripción muy explícita de escenas eróticas.
La acción se desarrolla principalmente en un territorio llamado Taryn, que es un trasunto de la Europa del siglo XIX en plena revolución industrial; aquí tenemos unos toques de "steampunk", con industrias contaminantes, armas de fuego rudimentarias, e incluso zepelines. Es el territorio más tecnológicamente avanzado de su continente, pero también muy conservador en las relaciones sociales y familiares; un poco a semejanza de la Inglaterra victoriana.
Hay otros territorios y etnias que tienen su papel en la novela. Principalmente, Orien, más "barbarizado" y sumergido en la Edad Media. Y el pueblo énur, una etnia animista que vive en contacto con la naturaleza, algunos de cuyos miembros pueden desarrollar el don, el acceso a una especie de magia primordial.
Una parte importante de la trama es el choque cultural entre estos tres modos de vida, y el conflicto entre el desarrollo tecnológico y el avance en derechos sociales, cuando ambos no se dan en el seno de la misma sociedad.
La magia en este mundo es sutil, espiritual y psicológica, aunque a lo largo de las páginas descubriremos que también puede ser más matérica. Parece tener su fuente en la Naturaleza, en los árboles y en los bosques, de forma similar a lo que sabemos de la cultura celta (de donde beben tantas obras del "fantasy" europeo).
Como toda obra del género, debe lidiar con el molesto papel de "Deus ex Machina" de la magia, que amenaza con destruir la credibilidad del relato. En este caso, esta dificultad está razonablemente bien resuelta.
También hay seres mágicos, tomados de diversas mitologías europeas, pero no tienen un papel decisivo en la trama.
Les protagonistas son tres jóvenes, Eryx y Vangelis, varones, y Alena, mujer, que viven en una de las ciudades importantes de Taryn cada une en su oficio. Desarrollan entre elles una relación sentimental de amistad que va ganando en profundidad y matices a lo largo de la trama. La novela se articula en torno a elles, con sus acciones y pensamientos. Casi todos los capítulos, o secciones, están presentados bajo el punto de vista de une de elles.
Son personajes muy bien perfilados, con una gran coherencia en su presentación y desarrollo posterior. Esta faceta es de lo mejor que tiene la novela.
A pesar de ser una novela extensa de desarrollo lineal, no se hace nada pesada, ni se tiene la sensación de que hay capítulos de relleno. Todo gracias a una prosa ágil y directa, que da gran importancia a la ambientación y a sumergir a le lectore en el mundo creado por la autora.
Abundan las descripciones, pero incluso para mi, que soy poco paciente con ellas, me han resultado amenas. Mención aparte merecen las chispeantes descripciones de platos culinarios :-D
He visto en alguna reseña que gusta mucho un giro final de la trama... no sé, en mi opinión podría no haberlo tenido y sería una novela igual de buena. Pero sí que hubiera roto el espíritu de novela juvenil que mencionaba al principio.
En resumen: muy recomendable, incluso para les que no acostumbren a leer género fantástico. Es mi primera novela de esta autora y seguro que repetiré.