No me ha gustado este libro. Podría decir que no es mi estilo, pero es que el libro se hace insoportable por la ausencia de tensión dramática, lo planos que son los personajes y la simpleza de las cuestiones filosóficas que plantea la autora. Y a eso hay que añadir lo perfectísimos que son todos y cada uno de los personajes. Todos son comprensivos, ecologistas, pacifistas, y no olvidan ni una sola vez utilizar el neutro para referirse a alguien. Es imposible identificarse con alguien así.