Ampi Lee citó Lavinia de Ursula K. Le Guin
Cuando el poeta me cantó la caída de Troya, su historia hablaba de la hija del rey, Casandra, quien predijo lo que iba a suceder y trató de impedir que los troyanos dejaran entrar al gran caballo en la ciudad. Nadie la escuchó. Era su maldición: conocer la verdad sin conseguir que nadie la escuchará jamás. Es una maldición que recae sobre las mujeres con más frecuencia que sobre los hombres. Los hombres quieren que la verdad sea suya, sea su descubrimiento y su propiedad.
— Lavinia por Ursula K. Le Guin, Manuel Mata Álvarez-Santullano (Página 133)