Hasta aquí el miedo a amar
Claro que podía haber retrocedido
¿cuánto
hasta perderme en mis propios miedos,
hasta toparme con tus hombros? y allí asirme
refugiarme entre tus pliegues.
No, no se puede estar huyendo eternamente
en algún momento hay que pararse
medir cada palabra
y resistir, plantarle cara
estar dispuesto a todo por defender la idea
cada una de las posturas que demuestran qué somos, quién somos.
Podía haber seguido retrocediendo
como venía haciendo
pero me acordé de ti y me dio vergüenza
y aquí estoy
pasando tanto miedo que no sé
no sé
no sé
si cuando termine el día seré polvo y solo polvo
polvo valiente, enamorado.