Rafa Poverello reseñó Esperando a Godot de Samuel Beckett
"Somos hombres"
Decirlo es fácil:
POZZO: ¡Auxilio! VLADIMIR: Aquí estamos. POZZO: ¿Quiénes son ustedes? VLADIMIR: Somos hombres.
"Somos hombres". Sí, fácil es decirlo, incluso en medio del existencialismo más descarnado, por mucho humor que le quieras poner.
No deja de sorprenderme -por mucho sentido histórico que le queramos dar- cómo, de manera cíclica y casi de efecto mariposa, surjan movimientos literarios a la misma vez en diferentes lugares con un enfoque y estilo tan similar que da miedo. Arrabal en España, Ionesco en Francia... y este Godot.
Es probable que todo el mundo espere un Godot, para que resuelva nuestras dudas y nos quite las ganas del suicidio... para que mientras lo esperamos podamos seguir impasibles, sin querer decidir y en extásis, por mucho que nos repitamos, como un disco de vinilo rallado, que "nos vamos". Pero no nos movemos.
Es fácil decirlo, "somos hombres", pero Vladimir sabe que es difícil de …
Decirlo es fácil:
POZZO: ¡Auxilio! VLADIMIR: Aquí estamos. POZZO: ¿Quiénes son ustedes? VLADIMIR: Somos hombres.
"Somos hombres". Sí, fácil es decirlo, incluso en medio del existencialismo más descarnado, por mucho humor que le quieras poner.
No deja de sorprenderme -por mucho sentido histórico que le queramos dar- cómo, de manera cíclica y casi de efecto mariposa, surjan movimientos literarios a la misma vez en diferentes lugares con un enfoque y estilo tan similar que da miedo. Arrabal en España, Ionesco en Francia... y este Godot.
Es probable que todo el mundo espere un Godot, para que resuelva nuestras dudas y nos quite las ganas del suicidio... para que mientras lo esperamos podamos seguir impasibles, sin querer decidir y en extásis, por mucho que nos repitamos, como un disco de vinilo rallado, que "nos vamos". Pero no nos movemos.
Es fácil decirlo, "somos hombres", pero Vladimir sabe que es difícil de hacer: "¿Habré dormido mientras los otros sufrían?". No pasa nada, total, espero a Godot.
Una obra maestra. Sin duda.