Ramirenko reseñó Entre visillos de Carmen Martín Gaite
Entre visillos
4 estrellas
La literatura de la España franquista me fascina porque hizo de la necesidad virtud. Su obligada tibieza en cuanto al mensaje crítico se percibe hoy como elegante sutileza, un juego de decir y no decir, un reto para el lector a la hora de identificar esos dardos. Me imagino que no fue plato de gusto tener que escribir bajo esas condiciones, pero hoy en día, en la era en la que parece necesario subrayar diez veces en rojo el mensaje con el que quieres trascender, es un estilo que yo personalmente agradezco.
La novela es magnífica y, aunque tiene un tema ya bastante gastado a través de los años (ciudad de provincias con personajes aplastados por las costumbres nacional-católicas), se lee con mucho agrado. Me venía siempre a la cabeza la película Calle Mayor, de Bardem.
Me ha gustado que tiene tres puntos de vista formales en cuanto a la …
La literatura de la España franquista me fascina porque hizo de la necesidad virtud. Su obligada tibieza en cuanto al mensaje crítico se percibe hoy como elegante sutileza, un juego de decir y no decir, un reto para el lector a la hora de identificar esos dardos. Me imagino que no fue plato de gusto tener que escribir bajo esas condiciones, pero hoy en día, en la era en la que parece necesario subrayar diez veces en rojo el mensaje con el que quieres trascender, es un estilo que yo personalmente agradezco.
La novela es magnífica y, aunque tiene un tema ya bastante gastado a través de los años (ciudad de provincias con personajes aplastados por las costumbres nacional-católicas), se lee con mucho agrado. Me venía siempre a la cabeza la película Calle Mayor, de Bardem.
Me ha gustado que tiene tres puntos de vista formales en cuanto a la narración (narradora omnisciente, el de Natalia y el de Pablo). El tercio final de la novela desencadena una mayor carga dramática en el momento oportuno, porque hay un breve periodo en el que todo parece demasiado aburrido y plano.
La autora demuestra en todo momento sensibilidad y hondura, me quedo con ganas de leer algo más de ella. Seguro que lo haré.