237 páginas
Idioma spanish
Publicado el 2016 por Descontrol.
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El uso de la violencia es un tema delicado, innumerables discusiones han tenido lugar defendiendo y atacando los métodos violentos que han ocupado históricamente los/as explotados/as contra los explotadores, se han armado polémicas y disyuntivas que han llevado a los mas fervientes defensores del pacifismo a ultranza convertirse en energúmenos/as violentos/as que atacan con palabras y actos a quien no se cuadra con ellos/as, se ha teorizado y practicado la violencia como exaltación del método muchas veces borrándola de sentido y convirtiéndola en una expresión mas o menos acomodada de la violencia por la violencia, o más que esto, poniendo la violencia como la condición única para la liberación integral, pero a nuestro parecer podemos plantear las siguientes preguntas... ¿es mejor un método que el otro?, ¿solo existen dos posiciones posibles de tomar, la violenta y la no-violenta?.
La dicotomía para nosotros es absolutamente falsa, desde diversas perspectivas revolucionarias de …
El uso de la violencia es un tema delicado, innumerables discusiones han tenido lugar defendiendo y atacando los métodos violentos que han ocupado históricamente los/as explotados/as contra los explotadores, se han armado polémicas y disyuntivas que han llevado a los mas fervientes defensores del pacifismo a ultranza convertirse en energúmenos/as violentos/as que atacan con palabras y actos a quien no se cuadra con ellos/as, se ha teorizado y practicado la violencia como exaltación del método muchas veces borrándola de sentido y convirtiéndola en una expresión mas o menos acomodada de la violencia por la violencia, o más que esto, poniendo la violencia como la condición única para la liberación integral, pero a nuestro parecer podemos plantear las siguientes preguntas... ¿es mejor un método que el otro?, ¿solo existen dos posiciones posibles de tomar, la violenta y la no-violenta?.
La dicotomía para nosotros es absolutamente falsa, desde diversas perspectivas revolucionarias de liberación no se puede exaltar un método sobre otro, no podemos hacer que nuestra única acción y consecuencia de las ideas que en el cerebro afloran, solo sea una caricatura del pone bombas o del jipi “pacifico” que deja que le rompan el mate a palos, debemos superar las falsas dicotomías que coartan nuestro accionar y nuestra discusión, especialmente si el discurso tiene mucho que ver con la entrometida y forzosamente formada “opinión publica”.