Álvaro G. Molinero reseñó Iberia vaciada de Carlos Taibo
El mismo libro de siempre de Carlos Taibo... con alguna variante interesante
3 estrellas
Los pequeños detalles y las pequeñas cosas sin importancia, en la mayoría de las ocasiones nos proporcionan mucha más información sobre la realidad de lo que nuestra experiencia sensorial, muy dada a la generalización y a la simplificación, a priori nos da. Sin embargo, la “Iberia vaciada” no es ni pequeña y no está exenta de importancia. Sin embargo, nuestro urbanocentrismo hace que la mayor parte de la superficie de una región, y por tanto la mayor parte de recursos materiales, pase casi desapercibida al ciudadano medio. Olvidada por la institucionalidad y despreciada por la propia prole que le dio cobijo y que se embelesó con una cultura del progreso urbanita que los atraparía para siempre en pequeños zulo de astronómicos precios, la Iberia vaciada es estudiada por Carlos Taibo como un elemento geográfico y político que determinará, en buena medida, las próximas décadas de la península ibérica; una península …
Los pequeños detalles y las pequeñas cosas sin importancia, en la mayoría de las ocasiones nos proporcionan mucha más información sobre la realidad de lo que nuestra experiencia sensorial, muy dada a la generalización y a la simplificación, a priori nos da. Sin embargo, la “Iberia vaciada” no es ni pequeña y no está exenta de importancia. Sin embargo, nuestro urbanocentrismo hace que la mayor parte de la superficie de una región, y por tanto la mayor parte de recursos materiales, pase casi desapercibida al ciudadano medio. Olvidada por la institucionalidad y despreciada por la propia prole que le dio cobijo y que se embelesó con una cultura del progreso urbanita que los atraparía para siempre en pequeños zulo de astronómicos precios, la Iberia vaciada es estudiada por Carlos Taibo como un elemento geográfico y político que determinará, en buena medida, las próximas décadas de la península ibérica; una península que, como el resto del globo, tendrá una cada vez menor acceso a recursos energéticos y que se verá tensionada por una población urbana dependiente para su supervivencia de la productividad agrícola de esta Iberia rural y que tendrá cada vez más difícil sobrevivir en dichos aglomerados de cemento por una maś que probable subida del coste de la vida.
El éxodo a lo rural parece inevitable. La cuestión que también se plantea Taibo es cómo hacer de este retorno a lo rural algo sostenible y algo políticamente relevante que acabe transformando las sociedades en una dirección positiva, descentralizada y horizontal, y que no sea lo rural víctima de lo que podría denominarse como colonialismo intrafronteras (más de lo que ya lo es), inserto todo ello en un marco más autoritario y restrictivo por las escaseces que dominarán los próximos lustros.
La recuperación de suelos, el rescate del conocimiento acumulado durante generaciones sobre la siembra y el cultivo, el aumento de la producción de alimentos en base al aumento de tierras cultivadas (que ahora están en barbecho), la recuperación de casas abandonadas, etc. La restauración, en definitiva, de una vida rural antaño predominante y más bulliciosa. La historia de la humanidad ha sucedido la mayor parte de su tiempo en el ámbito rural y parece que en los próximos años volveremos a ese estado.