Álvaro G. Molinero reseñó Marxismo y socialismo libertario. de Daniel Guérin (Colección Signo libertario)
Para muy cafeteros
2 estrellas
Daniel Guérin publicó la primera versión de este texto en 1948, tras la Segunda Guerra Mundial. La Guerra Fría ya estaba en marcha, con el mundo dividido entre Estados Unidos y la Unión Soviética, y con Stalin ya en el poder y todos los partidos comunistas Europeos virando hacia posiciones acordes a las doctrinas que emanaban de la vitoriosa URSS. Así, la relación entre los partidos y sindicatos comunistas organizados y las diferentes corrientes libertarias y anarquistas, menos frecuentemente organizadas y, por consiguiente, con menos estructura y fuerza, era delicada teniendo en cuenta el enfrentamiento directo, por ejemplo, durante la Maknovischina en 1920 o en la Guerra civil española, sobre todo después de 1937.
En este contexto, Guérin abrió el camino para un debate diferente y renovado dentro de las posiciones libertarias. Su obra situó el debate más en la teoría y la filosofía políticas que no en los hechos …
Daniel Guérin publicó la primera versión de este texto en 1948, tras la Segunda Guerra Mundial. La Guerra Fría ya estaba en marcha, con el mundo dividido entre Estados Unidos y la Unión Soviética, y con Stalin ya en el poder y todos los partidos comunistas Europeos virando hacia posiciones acordes a las doctrinas que emanaban de la vitoriosa URSS. Así, la relación entre los partidos y sindicatos comunistas organizados y las diferentes corrientes libertarias y anarquistas, menos frecuentemente organizadas y, por consiguiente, con menos estructura y fuerza, era delicada teniendo en cuenta el enfrentamiento directo, por ejemplo, durante la Maknovischina en 1920 o en la Guerra civil española, sobre todo después de 1937.
En este contexto, Guérin abrió el camino para un debate diferente y renovado dentro de las posiciones libertarias. Su obra situó el debate más en la teoría y la filosofía políticas que no en los hechos acaecidos en el pasado, poniendo las cuestiones relevantes sobre la mesa: I) ¿qué posición desde el socialismo debe adoptarse ante el autoritarismo?; II) ¿de verdad Karl Marx estaría de acuerdo con sistemas jerárquicos y fuertemente autoritarios como el que había reforzado Stalin en la URSS?; III) ¿qué pensaba Marx sobre la Comuna de París, antítesis de la revolución descafeinada (en lo referente a poder popular) por Lenin y jerarquizada por Stalin?, ¿no estaba Marx completamente fascinado por lo conseguido por la Comuna de París que optó por vías democráticas y horizontales de la organziación social?; IV) Podría ser el un “socialismo libertario” una especie de síntesis entre ambas corrientes políticas?, ¿podría ser que búsqueda de la libertad individual, la toma de decisiones más horizontal y el objetivo de la eliminación del Estado, sin abandonar el análisis económico de Marx sobre la explotación capitalista, un mínimo común denominador? Guérin dedica un capítulo completo a la Comuna de París, considerándola un ejemplo de “socialismo libertario” en acción. Para él, la Comuna representa un modelo de autogobierno y democracia directa, donde el poder reside en las manos del pueblo. Destaca que la Comuna se basó horizontalidad de las decisiones, en la elección directa de los representantes y en la eliminación de facto de las fuerzas represivas de seguridad. Ve en la Comuna un ejemplo de cómo la sociedad puede autoorganizarse.
La comparación entre Comuna de París y URSS es, por tanto, odiosa. Y Marx tenía más en mente una experiencia como esta cuando realizaba sus propuestas de sociedad futura. Otro tema importante que aborda el libro es la relación entre la teoría marxista y la práctica del socialismo. Guérin argumenta que la teoría marxista, en sí misma, no determina la práctica. Critica las interpretaciones autoritarias del marxismo que se basan en una lectura dogmática de Marx, ignorando su propio espíritu crítico. Guérin sostiene que el marxismo es un instrumento de análisis y una fuente de inspiración, pero no una receta para la revolución. Para él, la práctica del socialismo debe ser libre e independiente de cualquier dogma o teoría. De acuerdo con esta postura, Guérin cree que el socialismo libertario, al estar basado en principios de autogestión y democracia directa, es una forma más acorde al pensamiento original de Marx.
El libro fue un éxito e influyó en varios autores como Noam Chomsky o Murray Bookchin. Pese a todo, la forma en la que está redactado, y algunos de los debates expuestos, pueden olernos un poco a nafalina.