Publicado por Centro de Cultura Digital.
Tecnologías del cuidado

Cuidar nunca es suficiente, cansa, difícilmente satisface, pero es necesario hacerlo. Pero ¿qué es el cuidado? ¿Una afección?, ¿una obligación?, ¿un trabajo?, ¿un lastre?, ¿un placer?, ¿algo que aprendemos y practicamos?, ¿algo que moldeamos intergeneracionalmente?, ¿algo que simplemente hacemos? El cuidado podría ser todo esto y otras cosas más para distintas personas en distintas situaciones. Por eso, mientras las formas de cuidado pueden identificarse, investigarse y entenderse concreta y empíricamente, este sigue siendo ambivalente en su significado y ontología. Exige abordajes situados, y desde ese territorio incierto de lo situado se despliegan las vidas imbricadas en las agencias del cuidado que aún se piensan como meramente humanas, pero no. Sí, el cuidado es un problema humano, pero esto no lo hace un asunto exclusivo de los humanos ya que navegamos sostenidxs en un tejido de relaciones humanas y no humanas.
Para Joan Tronto, el cuidado incluye todo lo que hacemos …
Cuidar nunca es suficiente, cansa, difícilmente satisface, pero es necesario hacerlo. Pero ¿qué es el cuidado? ¿Una afección?, ¿una obligación?, ¿un trabajo?, ¿un lastre?, ¿un placer?, ¿algo que aprendemos y practicamos?, ¿algo que moldeamos intergeneracionalmente?, ¿algo que simplemente hacemos? El cuidado podría ser todo esto y otras cosas más para distintas personas en distintas situaciones. Por eso, mientras las formas de cuidado pueden identificarse, investigarse y entenderse concreta y empíricamente, este sigue siendo ambivalente en su significado y ontología. Exige abordajes situados, y desde ese territorio incierto de lo situado se despliegan las vidas imbricadas en las agencias del cuidado que aún se piensan como meramente humanas, pero no. Sí, el cuidado es un problema humano, pero esto no lo hace un asunto exclusivo de los humanos ya que navegamos sostenidxs en un tejido de relaciones humanas y no humanas.
Para Joan Tronto, el cuidado incluye todo lo que hacemos para mantener, perpetuar y reparar “nuestro mundo” para que podamos vivir en él lo mejor posible. Ese mundo incluye nuestros cuerpxs, otrxs cuerpxs y nuestro entorno, todos los cuales nos entrelazamos en una red compleja que sustenta la vida. En esta definición, abierta en varios flancos, cabe esa ambivalencia pues buscamos “lo mejor posible”, caben los seres humanos y no humanos; en “nuestro mundo” está la concatenación de relaciones que encarnamos, y en esa red estamos otrxs, nosotrxs y nuestras consecuencias. Esa red compleja que indica Tronto, se involucran también las tecnologías que hemos inventado, medios, formas y gestos pensados para la supervivencia.
Nadia Cortés, Irene Soria y Silvia Soler, pensadoras feministas y activistas, exploran formas muy diversas de relacionarse con los cuidados que van desde la dependencia vital a una máquina y la voz de una abuela, del acompañamiento hackfeminista a través de un periplo colmado de machismo, hasta las relaciones afectivas con los animales de crianza y las rupturas tácitas y expresas necesarias que estas conllevan.
