Libro electrónico, 158 páginas
Idioma Español
Publicado el 1 de Diciembre de 1987 por Anagrama.
Libro electrónico, 158 páginas
Idioma Español
Publicado el 1 de Diciembre de 1987 por Anagrama.
En los presentes tiempos de apertura [de la URSS, en 1987,] parece singularmente oportuna la edición de este volumen de uno de los más importantes autores rusos del siglo XX.
A través de breves anécdotas sobre ciertos incidentes patéticos y triviales de una antigua ciudad a orillas del Volga, Boris Pilniak revela en Caoba, la mejor de sus narraciones, una auténtica obra maestra, el universo soviético de la época en la que Lenin estaba a punto de dar paso a Stalin. La época del gran terror, en la que el propio Pliniak fue una de las tantas víctimas, se encuentra ya próxima, y la ciudad padece la descomposición del aparato administrativo, la violenta lucha entre las distintas facciones comunistas. El viejo mundo de mendigos, peregrinos , plañideras, visionarios, profetas, epilépticos y santones que siempre había polulado sobre la piel de la Santa Rusia se encarna ahora en un grupo equivalente …
En los presentes tiempos de apertura [de la URSS, en 1987,] parece singularmente oportuna la edición de este volumen de uno de los más importantes autores rusos del siglo XX.
A través de breves anécdotas sobre ciertos incidentes patéticos y triviales de una antigua ciudad a orillas del Volga, Boris Pilniak revela en Caoba, la mejor de sus narraciones, una auténtica obra maestra, el universo soviético de la época en la que Lenin estaba a punto de dar paso a Stalin. La época del gran terror, en la que el propio Pliniak fue una de las tantas víctimas, se encuentra ya próxima, y la ciudad padece la descomposición del aparato administrativo, la violenta lucha entre las distintas facciones comunistas. El viejo mundo de mendigos, peregrinos , plañideras, visionarios, profetas, epilépticos y santones que siempre había polulado sobre la piel de la Santa Rusia se encarna ahora en un grupo equivalente de personajes contemporáneos, de indigentes, de locos puros de la Rusia Soviética por amor a la justicia.
Pero para describir este mundo desquiciado Pilniak utiliza una técnica modernísima que se adelanta a ciertos experimentos realizados posteriormente por escritores occidentales. Mediante el montaje cinematográfico de visiones fragmentarias, Pilniak estructura su narración por medio de un combate permanente entre la creación de un pathos y su inmediato abatimiento.
Pilniak trató siempre de llevar a cabo una verdadera vivisección del género narrativo, como lo demuestra otro relato incluido en este volumen, cuyo significativo título es «Un cuento sobre cómo se escriben los cuentos», y donde su autor concibe un juego de espejos en el cual la creación de una historia salta de un punto de vista a otro, hasta el vértigo, sin que por ello tan copleja arquitectura impida una lectura de absoluta naturalidad.
Para Pilniak, la revolución era el principio mismo de la vida, y su finalidad última, y eso fue lo que le convirtió en el épico cronista de una epopeya inmensa y de su envilecimiento. Su pasión por la verdad y su honradez literaria lo llevaron finalmente a la prisión y la muerte.
En palabras del prestigioso novelista mexicano Sergio Pitol, quien ha traducido directamente del ruso los textos de este libro, Pilniak «fue hasta el final un empecinado creyente en la regeneración de su pueblo. En sus últimos años creyó que la máquina manejada por el hombre alejaría a los lobos. Lento, tardío, empecinadamente como él, el cielo parece comenzar a despejarse».