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Nada (Paperback, Spanish language, 2007, Destino) 5 stars

«Nada» es una novela de llegada, donde el personaje central se presenta en un mundo …

De Nada me llevo mucho

5 stars

¿Qué decir de «Nada» tras leerla por tercera vez? Con cada lectura me llevo muchas cosas de la casa de la calle de Aribau. Algunos aspectos y sucesos de la novela estaban frescos en mi mente, mientras que otros se habían difuminado e incluso borrado, sorprendiéndome como si nunca los hubiese conocido.

Creo que una de las razones que contribuyen a que sea a día de hoy mi libro favorito es el tipo de protagonista que es Andrea. Ella misma lo dice: «Yo tenía un pequeño y ruin papel de espectadora. Imposible salirme de él. Imposible libertarme». Andrea llega a Barcelona rebosante de esperanza y de anhelo, pero el ambiente frío, gris y violento que le toca vivir rompe todas esas ilusiones en pedazos. No llega a conocer, en sus propias palabras, «la vida en su plenitud, la alegría, el interés profundo, el amor», pero tampoco en la miseria que experimenta es del todo protagonista. Más allá del hambre y del frío, parece que las desgracias, la violencia o la manipulación no la tocan directamente, pero pululan alrededor de ella, volviéndolo todo triste y gris.

Sin embargo, Andrea no es un mero medio para conocer la historia y los personajes a los que sí les pasan las cosas que podríamos considerar importantes. Ella tiene pocas líneas de diálogo, pero escucha, observa y sobre todo siente. Aunque pocas veces juzga directamente a su entorno, la historia entera está inevitablemente atravesada por su visión, sus sentimientos ocupan un lugar central en la narración y estoy segura de que la novela no sería en absoluto la misma si hubiese tenido un narrador en tercera persona que observase todo desde fuera.

@sopphicc Es también uno de mis libros preferidos y me pasa lo mismo cada vez que lo releo, siempre hay algo que había olvidado o un matiz nuevo en la mirada de Andrea. Una joya. Y mira que en conjunto me gusta más toda la obra de Carmen Martín Gaite, pero es que Laforet aquí sobresale con una absoluta obra maestra.